El Centro dio a conocer un comunicado en el que expresa que el cambio climático se ha convertido en el desafío más apremiante del siglo XXI. Fenómenos extremos como incendios, inundaciones y temperaturas récord exponen la fragilidad del planeta y la necesidad de acciones urgentes para frenar el impacto del calentamiento global.
Un informe de la ONU advierte que la crisis climática es, en esencia, una crisis del agua. El incremento de eventos extremos, la reducción de los glaciares, el aumento del nivel del mar y la pérdida de biodiversidad reflejan un sistema en colapso. Según un estudio publicado en Science Advances, la Tierra ha superado seis de los nueve parámetros que garantizan su estabilidad, incluyendo el agotamiento de agua dulce y la deforestación.
Si bien hay consenso en que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son el principal factor detrás del calentamiento global, persisten debates sobre la influencia de otras variables, como la actividad solar. No obstante, los datos muestran que la temperatura del planeta ya ha superado los 1,5°C respecto a la era preindustrial y podría alcanzar los 2,5°C en este siglo.
Acuerdos internacionales y el rol de Argentina
El Acuerdo de París representa un esfuerzo global para reducir las emisiones de dióxido de carbono, pero su implementación sigue siendo dispar. Los principales países emisores, como China y Estados Unidos, son los más presionados para asumir compromisos más firmes.
Argentina, en tanto, adoptó una postura crítica en la cumbre climática COP29, donde cuestionó la imposición de reglas uniformes para todos los países. La retirada de su delegación de la cumbre reflejó la tensión entre los compromisos ambientales y las necesidades económicas del país.
El informe también señala que la crisis climática está estrechamente ligada a la producción agrícola y ganadera. Aunque el 75% de las emisiones provienen de combustibles fósiles, el sector agropecuario enfrenta crecientes restricciones. La agricultura regenerativa y la ganadería sostenible emergen como alternativas para minimizar el impacto ambiental sin comprometer la producción.
Los expertos advierten que la inacción tendrá costos descomunales. Según estimaciones, las pérdidas económicas derivadas del cambio climático podrían alcanzar el 20% del PBI mundial anual. Para mitigar esta crisis, es clave avanzar en tecnologías verdes, energías renovables y políticas públicas eficaces.
Para la entidad "la Argentina necesita definir estrategias concretas y participar activamente en los foros internacionales con propuestas viables. El cambio climático es un problema demasiado serio para quedar en manos de la burocracia y la parálisis política. Actuar ahora es la única opción para evitar un colapso ambiental irreversible ".