Esta preocupante advertencia se encuentra en el "Informe Sobre Clima y Desarrollo de Honduras", elaborado por especialistas del Banco Mundial y recientemente divulgado.
Honduras, un país donde aproximadamente el 30% de la población depende del sector agrícola para su empleo, se enfrenta a cambios significativos en su producción de alimentos y exportaciones debido a los efectos del cambio climático. Los cuatro cultivos más importantes en Honduras: maíz, café, frijol y caña de azúcar, verán reducir sus rendimientos, según el informe.
En este país, el sector agrícola desempeña un papel crucial, ya que representa el 73% de las exportaciones totales y es el mayor generador de empleo. Sin embargo, es precisamente este sector el que se considera el más vulnerable al cambio climático. La mayoría de los trabajadores en la agricultura son pequeños productores que se dedican a la subsistencia en áreas rurales, y aproximadamente el 80% de los hogares dependen de los ingresos agrícolas. Estos hogares ya están en situación de pobreza, lo que los hace más vulnerables a los impactos del cambio climático.
El informe destaca que el bajo rendimiento y la alta vulnerabilidad al cambio climático en el sector agrícola de Honduras conducen a una disminución de la productividad y un aumento en la inseguridad alimentaria. Esto tendrá un impacto negativo en la seguridad alimentaria de los pequeños productores, cuyos cultivos principales son el maíz y el frijol, y también afectará las exportaciones. Por ejemplo, en 2021, el café representó el 54% de las exportaciones agrícolas del país.
Honduras se encuentra entre los países más expuestos y vulnerables a los desastres naturales extremos inducidos por el cambio climático. El país ha experimentado eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, que han tenido un impacto devastador en la economía y la sociedad. Entre 1998 y 2017, en promedio, las pérdidas anuales fueron equivalentes al 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
El "Informe Sobre Clima y Desarrollo de Honduras" subraya la importancia de abordar el cambio climático y la vulnerabilidad del sector agrícola en el país para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en el futuro. La adaptación y la implementación de prácticas agrícolas resistentes al clima son esenciales para mitigar los impactos negativos previstos en la producción de alimentos y el bienestar de las comunidades rurales en Honduras.