Esta disminución registró un 52% en dólares corrientes y un 57% en moneda constante, lo que lo convierte en el cuarto peor resultado del siglo.
Este contraste es notable respecto al ejercicio anterior, 2021/22, que se catalogó como el mejor de la serie. El ingreso de capital por hectárea disminuyó de U$S 129 a U$S 62, aunque se mantuvo un 10% por encima del promedio de los últimos 22 años. Sin embargo, ajustando estos números a moneda constante, la situación es aún más grave.
Carlos Molina, ingeniero agrónomo y encargado de la presentación, atribuyó esta disminución a factores como el tipo de cambio, el clima, la producción y los precios, que afectaron negativamente a 138 empresas ganaderas. Se observó un descenso del Producto Bruto y un aumento de los costos, lo que resultó en una caída del ingreso de capital en todas las zonas productivas y sistemas de producción.
En particular, los establecimientos que pagan arrendamiento experimentaron una disminución del 70% anual en el ingreso de capital. La baja en el ingreso de capital de los predios de ciclo completo fue del 54-55%, mientras que en los criadores, la disminución fue alrededor del 50%.
Molina señaló que los primeros meses del ejercicio 2023/24 se presentan como "desafiantes", con una previsión de disminución en la producción de terneros debido a la sequía y una evolución de precios por debajo de los del ejercicio anterior. El precio medio de exportación de la carne vacuna se contrajo un 20% anual, mientras que el del novillo gordo y el ternero cayó un 24% y un 14%, respectivamente.
En el ámbito de las exportaciones, se destacó que, aunque los precios fueron inferiores al año récord anterior, continúan siendo relativamente altos y adecuados. Sin embargo, el precio del novillo cuarta balanza y del ternero fue en promedio un 15% y un 25% inferior, respectivamente, comparado con el ejercicio 21/22. En ovinos, el cordero faenado tuvo una caída similar en sus precios.
Respecto al dólar y el IPC, Molina mencionó que, aunque el dólar es una variable importante, no es determinante en los resultados. En 22/23, el promedio del dólar fue 7.8% inferior al ejercicio anterior. Asociado a esto, la inflación promedio fue del 6%, lo que impactó negativamente en los costos de las empresas.
En resumen, el sector ganadero uruguayo ha enfrentado desafíos económicos y climáticos que han tenido un impacto considerable en su rendimiento y sustentabilidad. La combinación de clima complicado, precios más bajos, un dólar debilitado y la inflación ha llevado a un escenario desafiante para el sector.