El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de nominar a Brooke Rollins, abogada conservadora y presidenta del America First Policy Institute, como la próxima secretaria del Departamento de Agricultura (USDA). De ser confirmada por el Senado, Rollins asumirá el liderazgo de una agencia que administra alrededor de 213 mil millones de dólares en fondos y programas esenciales para la seguridad alimentaria, la agricultura y la conservación.
Rollins tiene una amplia trayectoria en política y liderazgo. Graduada en Derecho de la Universidad de Texas y con un título en desarrollo agrícola de Texas A&M, su conexión con la agricultura es profunda, desde su crianza en un pequeño pueblo agrícola hasta su participación en organizaciones como Future Farmers of America y 4H. Durante la primera administración de Trump, ocupó cargos clave, incluidos roles en el Consejo de Política Nacional y la Oficina de Innovación Estadounidense.
Además, Rollins dirigió durante 15 años la Texas Public Policy Foundation, un think tank conservador, y fue directora de políticas del exgobernador de Texas, Rick Perry, quien también formó parte del gabinete de Trump como secretario de Energía.
"Brooke tiene la experiencia profesional y los valores familiares necesarios para liderar la agricultura estadounidense y proteger a nuestros agricultores, que son la columna vertebral de nuestro país", destacó Trump.
Entre las principales tareas que enfrentará Rollins está la finalización de la ley agrícola, actualmente estancada en el Congreso. Este proyecto establece las políticas agrícolas y de conservación para los próximos cinco años, incluyendo el programa de nutrición SNAP, que brinda asistencia alimentaria a millones de familias.
Asimismo, Rollins deberá manejar la implementación de los programas climáticos y de energía limpia establecidos bajo la Ley de Reducción de la Inflación. Estos incluyen 20 mil millones de dólares destinados a iniciativas de conservación para mitigar el cambio climático, un tema que ha sido criticado por los republicanos, quienes buscan recuperar parte de esos fondos.
Rollins trabajará en estrecha colaboración con otros miembros del gabinete de Trump, como Robert F. Kennedy Jr., nominado para el Departamento de Salud y Servicios Humanos, quien ha mostrado interés en influir en la política agrícola desde su cargo.
La nominación de Rollins refuerza la agenda de Trump para fortalecer la agricultura nacional y revertir las políticas climáticas implementadas por la administración Biden, marcando un nuevo rumbo en el manejo del USDA.
