Según el grupo de investigación Fundecitrus, se espera que Brasil produzca sólo 232,4 millones de cajas de naranjas para la temporada que comenzó este mes, lo que representa una disminución del 24% respecto al año anterior.
Este pronóstico sombrío fue reflejado en el mercado de futuros, donde los precios del jugo de naranja subieron hasta un 5%, alcanzando el nivel más alto en tres meses en el ICE Futures US, aunque posteriormente recortaron algunas de esas ganancias. En lo que va de año, la materia prima ha acumulado una ganancia del 26%.
La severa caída en la producción se atribuye a una ola de calor que afectó a los naranjos durante los meses críticos de floración y formación temprana de frutos, entre septiembre y noviembre del año pasado. Además, la situación se ha agravado por el aumento de casos de enverdecimiento de los cítricos, una enfermedad devastadora que provoca la caída prematura de la fruta de los árboles.
La escasez global de jugo de naranja probablemente se intensificará debido a esta dramática disminución en la producción brasileña, considerando que Brasil constituye aproximadamente el 70% de las exportaciones totales de jugo de naranja. Esta situación se ve exacerbada por la disminución de la producción en Florida, el principal productor de jugos de Estados Unidos, que también ha sufrido daños prolongados debido a la propagación de enfermedades.
Florida está proyectada a producir solo 17,8 millones de cajas de naranjas para la temporada que finaliza en julio, lo que representa un 5% menos que en pronósticos anteriores, según cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Estos factores combinados señalan un ajuste significativo en el suministro mundial de jugo de naranja, lo que podría tener repercusiones duraderas en los mercados y en los precios para los consumidores.