Según el Servicio Agrícola Exterior (FAS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el país consume más de 12 millones de toneladas de trigo y productos derivados al año, una cifra superior a la producción nacional, que es de aproximadamente 9,5 millones de toneladas. Como resultado, Brasil se encuentra entre los 10 mayores importadores de trigo del mundo, con un volumen estimado de 5,6 millones de toneladas en 2024-25.
La superficie sembrada con trigo ha crecido casi un 80% en los últimos 40 años, mejorando la autosuficiencia nacional del 30% al 80% con la cosecha 2022-23. El volumen de trigo molido también está aumentando cada año, con un aumento del 2% en 2023 hasta un total de 12,81 millones de toneladas procesadas, según Abitrigo, la asociación brasileña de la industria del trigo.
Los agricultores y los investigadores han logrado avances en el aumento de la producción, el rendimiento y la superficie cultivada de los cultivos, pero aún quedan desafíos, según la FAS. Ahora, existe un renovado interés por cultivar tierras en el bioma del Cerrado, una región similar a la sabana en el centro de Brasil, con variedades de semillas de trigo que sean resistentes al clima y a las condiciones del suelo secos.
"Teniendo en cuenta la historia pavimentada por Brasil con el maíz y la soja, cuando el país pasó de ser un importador neto en la década de 1980 a un exportador primario en la actualidad, es probable que el trigo tropical brasileño gane impulso, como los otros granos antes que él", dijo el FAS.
El país es el mayor productor mundial de café, caña de azúcar y naranjas, y uno de los mayores productores mundiales de soja, con casi el 40% de la producción mundial y el 55% de las exportaciones. Es el segundo mayor productor de etanol y el tercero de biodiésel. Si bien la caña de azúcar es la principal materia prima para el etanol, sigue experimentando un aumento en la producción a base de maíz.
Sin embargo, parte del éxito del país se debe a su dependencia de métodos agrícolas extensivos que se cree que constituyen una amenaza para los biomas y la biodiversidad. Brasil no puede depender del auge de las materias primas y de una mayor inversión en tierras para tener éxito, sino que debe cambiar hacia un modelo de crecimiento basado en la productividad y con bajas emisiones de carbono, afirmó el Banco Mundial.
"Las dotes naturales de Brasil lo posicionan bien para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento a medida que el mundo pasa a sectores y mercados económicos con bajas emisiones de carbono", afirmó el Banco Mundial. "El sector agrícola tiene margen para frenar la deforestación y ampliar el uso de la tierra de manera inteligente en relación con el clima, al tiempo que aumenta aún más su productividad".
El Banco Mundial señaló que Brasil puede descarbonizar el transporte, la industria y las ciudades a un costo neto muy bajo de alrededor del 0,5% del PIB por año entre ahora y 2050, lo que lo posicionaría "extremadamente bien para integrar sus negocios en la economía verde del futuro".
Trigo tropical, molienda
La tropicalización del trigo en la región del Cerrado comenzó en la década de 1920, pero el gobierno sigue invirtiendo en el programa, con 2,9 millones de reales (US$502.000) en investigación y transferencia de tecnología detallados en el Término de Ejecución Descentralizada (TED) de 2022 para el Trigo Tropical. La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) estima que es posible aumentar la superficie plantada en la región del Cerrado de 252.000 hectáreas en 2021 a 353.000 hectáreas en 2025.
El "trigo tropical" necesita sólo 10 días de lluvia continua durante el período de floración, lo que lo convierte en una opción de siembra preferida por los productores, indicó la FAS. Se siembra en sucesión con soja y en rotación con maíz y sorgo.
"Esto proporciona numerosos beneficios agronómicos, como romper el ciclo de plagas y enfermedades de la zona, principalmente hongos del suelo, malezas y nematodos, además de proporcionar también una rotación de ingredientes activos de plaguicidas agrícolas", indicó la FAS.
Pero aún quedan desafíos, entre ellos:
Los principales factores que influyen en la producción de trigo son: la aparición de tizón del trigo, que puede provocar una pérdida significativa de producción;
obstáculos logísticos como la necesidad de nuevos equipos y maquinaria;
los costos de producción relacionados con los fertilizantes importados; y la falta de grandes molinos en la región del Cerrado para procesar el trigo. Brasil tiene 147 instalaciones de molienda, y tres nuevas plantas entrarán en funcionamiento en 2023, según Abitrigo. La extracción de harina fue del 76%, de los cuales el 36,1% se destinó a la panificación y premezclas, el 13,2% a la industria de la pasta y el 10,1% a la industria de las galletas.
Los molinos tradicionalmente se ubican en las regiones norte y nordeste de Brasil debido a la ubicación de los puertos y en las regiones sur y sureste, donde se encuentra la mayor parte de la producción de trigo, indicó la FAS.
El estado de Paraná es el que más produce, con 44 fábricas y el 30% del volumen nacional. Rio Grande do Sul cuenta con 30 plantas que representan el 17% de la producción nacional, mientras que Sao Paulo cuenta con 15 fábricas y el 12% de la producción.
Producción y comercio de cultivos
Con el fin previsto del fenómeno climático de El Niño, se estima que la producción de maíz de Brasil se recuperará en 2024-25 hasta alcanzar los 127 millones de toneladas, un aumento del 4% respecto del año pasado. Se estima que las exportaciones serán de 46 millones de toneladas, con un mayor consumo interno, especialmente en la industria del etanol.
Brasil se convirtió en el principal exportador mundial de maíz en 2023, superando a Estados Unidos, tras obtener acceso al mercado chino a fines de 2022, indicó el FAS. Las exportaciones a China en 2023 alcanzaron los 16,1 millones de toneladas.
"Sin embargo, la situación cambió en abril de este año, cuando la demanda china de maíz cayó significativamente", dijo el FAS. "Los contactos posteriores atribuyen la disminución a los precios menos competitivos de Brasil en comparación con otros mercados como Argentina y Estados Unidos, la menor disponibilidad de maíz debido a la menor producción este año y la decisión de China de disminuir las importaciones generales de maíz".
China también es un importante destino de la soja brasileña, ya que representa tres cuartas partes de sus envíos. Se esperan exportaciones récord de 102 millones de toneladas en 2024-25, frente a los 99 millones de toneladas de la temporada pasada.
"El pronóstico se basa en mayores expectativas de abundantes suministros disponibles y un tipo de cambio extremadamente favorable", dijo el FAS.
Se estima que la producción de soja alcanzará un récord de 161 millones de toneladas en 2024-25, un aumento del 6% con respecto a la temporada pasada. Se esperan aumentos interanuales del rendimiento debido a la adopción e inversión en tecnología, incluidas semillas genéticamente modificadas, productos químicos y fertilizantes.
A pesar de los bajos precios, los agricultores brasileños continúan expandiendo la producción de soja, dijo el FAS, porque es más rentable que el maíz y relativamente fácil de cultivar.
Crecimiento del etanol de maíz
Brasil es el segundo mayor productor de etanol del mundo y tiene el programa de etanol más antiguo del mundo, que data de mediados de la década de 1970. La tasa de mezcla de etanol con gasolina convencional puede variar entre el 18% y el 27,5%.
La caña de azúcar es la materia prima principal, pero la producción de etanol a partir de maíz, que surgió en 2014-15, sigue una trayectoria ascendente pronunciada, según el FAS. Se estima que la producción total de etanol en 2024 será de 32.500 millones de litros, frente a los 34.400 millones de litros de 2023. De la producción de 2024, se estima que 25.500 millones de litros serán de caña de azúcar y 7.000 millones de litros de etanol a partir de maíz.
La producción de etanol de maíz aumentó un 41% en 2023-24 y aumentó otros mil millones de litros en 2024-25, según el FAS. En julio de 2024, Brasil tenía 22 plantas de etanol de maíz con una capacidad nominal combinada de 7.220 millones de litros por año, para una demanda total de maíz de 17 millones de toneladas.
En Brasil se están construyendo nueve plantas de etanol de maíz, que producirán 2.750 millones de litros adicionales de productos. Si se completan todos los proyectos, la producción brasileña de etanol de maíz podría alcanzar los 13.800 millones de litros en los próximos ocho años, lo que requeriría más de 30 millones de toneladas de maíz, según el FAS.
El país es el tercer mayor productor de biodiésel, con una producción estimada de 8.900 millones de litros en 2024, un aumento del 18% respecto del año anterior. Su programa comenzó en 2005 con tasas mínimas de mezcla obligatorias, actualmente establecidas en el 14% y que aumentarán al 15% en marzo de 2025. Alrededor del 69% de la producción de biodiésel en 2023 se originó a partir de aceite de soja y el 16% se elabora a partir de material graso, dijo el FAS.
