El vocero presidencial, Manuel Adorni, comunicó desde Casa Rosada que la cifra ya duplica los resultados obtenidos en el último blanqueo, implementado en 2016. La primera etapa permitió regularizar tanto bienes como dinero en efectivo, con una alícuota del 5%.
En esta fase inicial, el proceso requería que los contribuyentes ingresaran el efectivo en una cuenta especial (CERA) y realizaran una declaración jurada con la documentación completa antes del 30 de noviembre. Según fuentes del Banco Central, el blanqueo incentivó depósitos significativos y fortaleció los créditos al sector privado, en un contexto de creciente demanda por inversiones en el país.
El programa, dividido en tres etapas, prevé un incremento en las alícuotas aplicables a las sumas regularizadas, estableciendo un 10% en la segunda fase (del 1° de noviembre al 31 de enero) y un 15% en la tercera (del 1° de febrero al 31 de abril de 2025), con posibilidad de extensión hasta el 31 de julio de 2025.
Mientras se cierra esta primera fase, la expectativa se centra en la reacción del mercado, especialmente en el tipo de cambio paralelo, que podría verse afectado por el alto ingreso de capitales blanqueados