La Secretaría de Energía fijó un aumento de hasta el 20% en el precio de adquisición del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y de maíz, destinado a su mezcla obligatoria con naftas.
La decisión se tomó a partir de la "variación significativa en los precios relativos de algunos insumos que componen la estructura de costos" de esos biocombustibles, a raíz del impacto de la devaluación.
Para el bioetanol elaborado en base a caña de azúcar, el nuevo valor es de $237,672 por litro, mientras que para el elaborado a base de maíz, de $224,309, detalló la Resolución 709/2023, publicada este lunes en el Boletín Oficial.
Ambos valores regirán para las operaciones llevadas a cabo a partir de la entrada en vigencia de la medida y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace, según el texto oficial.
"En el actual contexto macroeconómico, y de acuerdo con las presentaciones efectuadas por los representantes de la mayoría de las empresas elaboradoras de bioetanol, resulta necesario atender la incidencia que posee la reciente modificación de los precios relativos y aplicar los procedimientos de cálculo de precios del bioetanol establecidos en la Resolución Nº 373/23 de la Secretaría de Energía con algunos de sus componentes ajustados al nuevo escenario", justificó el Poder Ejecutivo.
El último ajuste estuvo vigente desde el 2 de agosto último, cuando se fijó el precio -para ambos tipos de bioetanol- en $199,059.
De acuerdo con la Resolución, el plazo de pago del bioetanol no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente, según el texto oficial.
La cotización de estos biocombustibles varía de acuerdo con la variación porcentual del precio en el surtidor de las naftas comercializadas en las estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, según quedó establecido en un decreto de octubre de 2021.
Un año después, Energía fue facultada a establecer mecanismos alternativos para la determinación del precio del bioetanol de aplicación en los casos en que se verifiquen desfasajes sustanciales entre aquel precio y los costos de elaboración de los citados biocombustibles.
Ya en mayo de este año, esa Secretaría aprobó nuevos procedimientos para la determinación de los precios, que recién entrarán en vigencia a partir del 1º de noviembre próximo.
Por Gerardo Choren