Este compromiso responde a los cambios en el panorama de la agroindustria y las reformas en la propia organización, con el objetivo de enfrentar desafíos clave como la producción de alimentos, la escasez de agua, los fertilizantes y la infraestructura.
Durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, expresó: "Estamos combinando una nueva forma de trabajar con un nuevo nivel de inversión". Este enfoque busca mejorar la productividad agrícola y abordar la financiación necesaria para enfrentar los riesgos climáticos, aprovechando fondos de financiación climática que actualmente representan solo el 4% de la inversión global en este sector.
Con sede en Washington, el Banco Mundial destaca que su estrategia de inversión agrícola será clave para mejorar la resiliencia del sector frente a los efectos del cambio climático, a la vez que busca reducir su impacto en las emisiones de carbono.