Aunque el anuncio representa un alivio para los productores, la gran pregunta que aún ronda en el sector es si esta baja se reflejará de manera directa en el precio que recibirán los productores. La medida, que se aplicará hasta finales de junio, contempla una reducción del 20% en las alícuotas de soja, trigo, cebada, sorgo y maíz, entre otros productos.
Según lo informado, la soja pasará de pagar un 33% a un 26%, mientras que el trigo, cebada, sorgo y maíz verán su retención reducida del 12% al 9,5%. En el caso de los subproductos de soja, la retención pasará del 31% al 24,5%. Si bien la medida es un alivio para los productores, la letra chica del decreto es clave para entender cómo se trasladará esta reducción a los precios de los productos.
Según los cálculos del ingeniero agrónomo Néstor Roulet, antes del anuncio, el productor perdía alrededor de 80 dólares por hectárea. Sin embargo, con la baja de las retenciones, la rentabilidad para el productor pasaría a ser positiva, alcanzando los 27 dólares por hectárea. A pesar de la mejora para los productores, el Estado pasará a recaudar 59 dólares menos por hectárea debido a la reducción de la alícuota.
El presidente de CIARA, Gustavo Idígoras, también se mostró optimista, aunque advirtió que aún falta conocer los detalles del decreto. "Es una baja temporal, por lo que necesitamos ver cómo se aplicará y qué compromisos o condiciones tendrá el decreto", explicó Idígoras, quien destacó que la medida debe ser analizada con más detalle una vez que se publique oficialmente el lunes.
De acuerdo con la consultora Data Miazzo, el impacto en los productores podría ser significativo, estimando un ingreso adicional cercano a los 1.750 millones de dólares. Esto se debe a que, además de la mejora en las exportaciones, también aumentaría el ingreso por la proporción de producción que se destina al mercado interno.
En cuanto al precio, las primeras reacciones del mercado indican que el valor de la soja podría aumentar en unos 27 dólares por tonelada, pasando de los 279 dólares actuales a 306 dólares en mayo. En el caso del maíz y el trigo, la mejora sería de 6 dólares por tonelada. Sin embargo, expertos como los de fyo advierten que, si bien la medida mejora la capacidad de compra de las exportadoras, no necesariamente toda esa mejora se reflejará directamente en el productor.
Aunque la medida se ha presentado como temporal, muchos analistas creen que podría volverse permanente, especialmente considerando la cercanía de las elecciones y el inicio de la temporada baja en las ventas. "Difícilmente el Gobierno los vuelva a subir en vísperas de la elección y cuando comienza la baja en la estacionalidad de las ventas", concluyó Data Miazzo, sugiriendo que la reducción de retenciones podría ser un cambio estructural para el sector.
La baja de retenciones anunciada por el Gobierno Nacional es un paso positivo para el sector agropecuario, que ha venido reclamando un alivio fiscal en un contexto de precios internacionales bajos y condiciones climáticas adversas. Sin embargo, el verdadero impacto de la medida dependerá de los detalles del decreto y de cómo reaccionen tanto los productores como los exportadores. El sector agropecuario aguarda con expectativa la publicación oficial del decreto para poder evaluar en profundidad los efectos de esta medida.