En respuesta, el Gobierno ha oficializado un incremento del 20 % en el precio del biodiésel, una medida que marca el reinicio de la actividad en estas plantas.
Es relevante mencionar que el valor de venta del biocombustible en el mercado interno se encuentra regulado por el Estado. Las plantas, en busca de un balance en sus costos, habían solicitado un aumento del 24 % para reanudar sus operaciones.
A pesar de que el aumento aprobado se encuentra un 4 % por debajo de las pretensiones de las pymes, el sector considera que constituye un número positivo. Hasta el 22 de agosto, el precio por tonelada de biodiésel era de $361.672, mientras que con esta modificación pasó a ser de $434.006 por tonelada.
El impacto de la devaluación se ha reflejado de manera significativa en los insumos utilizados en la industria, siendo el aceite de soja uno de los más afectados. Con el dólar oficial alcanzando los $350, los costos de producción han experimentado un cambio considerable.
Una fuente de la industria del biodiésel declaró a Agrofy News que, a pesar de que el ajuste de precio no llega a equiparar la devaluación, es probable que la mayoría de las plantas retomen sus operaciones. No obstante, la reactivación dependerá de cada empresa y se espera una normalización gradual en los próximos días.
La Secretaría de Energía ha comunicado que el nuevo precio permanecerá vigente hasta ser reemplazado por uno nuevo. El biodiésel es destinado a la mezcla obligatoria con gasoil, con un corte del 7,5 %.
El Gobierno, por su parte, ha justificado la actualización de precios como una medida para cubrir los incrementos en los costos de producción en el actual contexto macroeconómico. Con este fundamento, se busca preservar la sustentabilidad de la industria y evitar interrupciones en el abastecimiento, informó la Secretaría.