La campaña 2024/25 de soja en Argentina arranca con desafíos: una producción estimada en 45,5 millones de toneladas, un 9% por debajo del ciclo anterior, y menores importaciones, sobre todo desde Paraguay.
Esto implicará una leve baja en los niveles de industrialización de la oleaginosa, aunque se mantendrán por encima del promedio histórico reciente. Según estimaciones privadas, el volumen de soja industrializada alcanzaría las 41,5 millones de toneladas, una caída del 3,5% respecto a la campaña previa.
A pesar de ello, se ubicaría un 14% por encima del promedio de las últimas cinco campañas, que fue de 36,4 Mt. Aceite de soja: leve retroceso con buen desempeño exportador El aceite de soja tendrá una producción estimada en torno a los 8,2 millones de toneladas, unas 400.000 toneladas menos que en la campaña 2023/24.
Sin embargo, continúa muy por encima de los registros promedio del último lustro. En términos de exportaciones, se prevé que se despachen 6,1 Mt, apenas 290.000 toneladas menos que el récord anterior, lo que consolidaría a Argentina como el principal exportador global de aceite de soja por 29° año consecutivo, liderazgo que ostenta desde 1996/97.
Entre los principales destinos de exportación en 2024 figuran: India, con más del 50% del total exportado. Bangladesh (8,7%) China (8,3%) Perú (5,9%) Mozambique (3,9%)
Por otro lado, se espera un aumento del uso de aceite para biodiesel, con 1,4 Mt destinadas a esta industria, lo que representaría un crecimiento del 19% interanual. Las exportaciones de biodiesel también prometen, con un volumen que podría alcanzar 1 Mt, más que duplicando lo logrado en el ciclo anterior. A esto se suman otros usos internos -desde cosméticos hasta alimentos- que demandarán cerca de 639.000 toneladas, alcanzando un consumo total interno de 2,1 Mt, en línea con la media de los últimos cinco años.
Harina de soja: leve caída pero sólida recuperación del liderazgo La producción de harina de soja también mostrará una leve retracción. Se espera que en la campaña 2024/25 se produzcan 30,4 Mt, un 3,6% menos que el ciclo anterior. Sin embargo, esta cifra se ubica como la cuarta mayor de la historia, y supera en 3,2 Mt el promedio del último quinquenio.
En cuanto a la demanda, Argentina sigue teniendo un perfil exportador muy marcado: alrededor del 95% de la producción se vende al exterior. Las exportaciones se estiman en 29 Mt, lo que implica una baja interanual del 3,6%, aunque sigue siendo un 12% superior al promedio de los últimos cinco años.
El Sudeste Asiático continúa siendo un destino clave. Según datos oficiales, los principales mercados durante 2024 fueron: Vietnam, con el 15,4% del total Malasia e Indonesia, con el 5% cada uno Arabia Saudita (5,7%) Polonia (5,6%) Italia (5,3%)
A nivel local, algo más de 1,4 Mt se destinarán a consumo interno, principalmente en la elaboración de alimentos balanceados y suplementos proteicos para el sector ganadero.
Rosario, epicentro del procesamiento
La ciudad de Rosario sigue siendo el corazón del complejo sojero argentino. Desde su zona portuaria se movilizan millones de toneladas de porotos, harina y aceite cada año. Plantas como la de Louis Dreyfus, ubicada en las cercanías del puerto, concentran buena parte del "crushing" que posiciona a Argentina como líder mundial en derivados de soja. A pesar de las dificultades productivas y comerciales, la industria aceitera nacional se encamina a sostener su protagonismo global.
La eficiencia en el procesamiento, la calidad del producto y la consolidación de los mercados externos permiten al sector enfrentar la caída en la cosecha sin perder competitividad.