Energía, comercio, y moneda común forman parte estratégica del acuerdo de integración entre Argentina y Brasil. Alberto Fernández y Lula da Silva buscarán avanzar en una serie de iniciativas en común para los próximos 10 años. Los técnicos de ambos países definen los ejes que entrarán en una declaración conjunta.
En esta oportunidad se firmará un documento para un acuerdo de integración entre ambos países. El plan tiene como ejes centrales la ampliación del comercio bilateral, la creación de mecanismos para evitar la salida de reservas, el financiamiento y la asociación en materia energética.
Puntos fundamentales del acuerdo
La iniciativa fue del Gobierno argentino. La propuesta busca adaptar la asociación estratégica entre ambos países al nuevo contexto internacional, marcado por una etapa de repliegue de la globalización (conocida como near shoring o friend shoring) y de resignificación de la importancia de los bloques regionales de integración, que se vio potenciado con la pandemia y la guerra en Ucrania.
De cara al acuerdo, se propone profundizar y extender la integración en una amplia gama de campos: energía, finanzas, agro, industria, minería, conectividad, turismo, economía del conocimiento, defensa, derechos humanos, ambiente, educación, ciencia y tecnología y salud.
Además figuran una serie de iniciativas económicas que el Gobierno argentino considera fundamental para apuntalar el complicado frente externo, es decir, sumar divisas y cuidar las reservas obtenidas.
También aparece la posibilidad de llevar el gas de Vaca Muerta al país vecino (en un principio a los estados del sur) a través de la construcción del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, financiado en parte a través del Banco de Desarrollo de Brasil con cerca de U$S 700 millones.