Los productores y exportadores de trigo mostraron su satisfacción con la posibilidad de exportar a China y por el crecimiento de la cosecha.
La apertura del mercado chino para el trigo argentino tras siete años de negociaciones fue bien recibida por el sector exportador y productor, que consideraron la noticia como una "oportunidad histórica" para convertirse por primera vez en proveedor de uno de los principales destinos del mundo, aunque el mayor impacto en los embarques se verá en la próxima campaña del cereal.
Al cierre de la semana, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que la Administración General de Aduanas de la República Popular de China (GACC) incluyó a las empresas argentinas habilitadas para exportar trigo en el Sistema Online de Registro Cuarentenario de Establecimientos habilitados para exportar Vegetales, Animales y sus Productos que ingresan al gigante asiático, lo que básicamente implica la apertura formal del mercado.
En diálogo con Télam, el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese, afirmó que "el mercado ya está abierto" tras "casi siete años de trabajo", lo cual consideró como "una gran noticia para Argentina".
Según relató Cortese, las negociaciones con China comenzaron en 2016 con el envío de información técnica respecto a cuestiones fitosanitarias y tras varios años de intercambios -pandemia mediante-, funcionarios del país asiático realizaron una "una auditoría visitando las diferentes zonas productivas, plantas de acopios y procesos y el resultado fue que ya hay un protocolo firmado".
Para el titular del organismo nacional, "esta es una muy buena noticia para Argentina, porque China es un gran comprador, por lo cual para nosotros es muy importante".
"Tenemos una puerta abierta para venderle a un cliente importante. El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca (Fernando Vilella) nos marcó como política aumentar las exportaciones y en ese camino estamos fortaleciendo todas estas líneas", remarcó Cortese.
Para entender la magnitud de la importancia de dicho mercado, la cartera nacional posicionó a China como el tercer importador mundial de trigo con 10 millones de toneladas anuales por un valor de U$S 3.800 millones durante 2022, siendo Australia (con 5,7 millones de toneladas) y Canadá (con 1,8 millones de toneladas) los dos principales abastecedores del mercado chino.
El complejo agroindustrial podrá exportar trigo a China tras seis años de negociaciones.
Organismos internacionales estiman que el gigante asiático podría importar en la campaña 2023/24 alrededor de 12,5 millones.
Por su parte, Argentina exportó el año pasado al mundo tres millones de toneladas por un valor de US$ 1.050 millones, que refleja el impacto de la sequía sobre la campaña anterior, mientras que en 2022, realizó embarques por un total de 14 millones de toneladas por US$ 4.315 millones.
De acuerdo a las estimaciones oficiales, para la campaña 2023/24 se prevé una cosecha total de 15,5 millones de toneladas, que representaría un aumento del 23% en relación a la última cosecha.
De todas maneras, el protocolo para poder exportar a China es "muy exigente", remarcó Cortese, cuestión que demanda varios análisis a los cargamento para poder determinar que en la mercadería no haya virus, hongos o insectos vedados por el país comprador.
Para el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, con esta apertura Argentina "se encuentras ante una gran oportunidad de ser unos de los abastecedores de trigo a China".
"Estamos trabajando con Senasa en el testeo las plagas cuarentenarias que hay que verificar y demostrar que estamos en condiciones de certificarlo. Eso puede llevar varios meses de trabajo adicional este año, por lo tanto es probable que los embarques de trigo a China en 2024 no tengan incidencia en la balanza exportadora, porque nuestra ventana de exportación a partir de julio deja de tener destinos", señaló Idígoras.
El titular de Ciara-CEC no descarta "un embarque aislado en el segundo semestre", pero "lo mas probable que tenga impacto en la campaña 2024/25 de trigo".
Idígoras puntualizó que "Argentina va a competir con el trigo del Hemisferio Sur", por lo cual es necesario "analizar bien la estacionalidad de compras de China. Lo que queda claro es que hoy el trigo argentino llega muy competitivo a Indonesia, Malasia y Vietnam, países que están en la misma ruta marítima, por lo cual ya tenemos una logística desarrollada".
"La apertura del mercado chino para el trigo argentino tras siete años de negociaciones fue bien recibida por el sector exportador y productor, que consideraron la noticia como una "oportunidad histórica" para convertirse por primera vez en proveedor de uno de los principales destinos del mundo, aunque el mayor impacto en los embarques se verá en la próxima campaña del cereal".
"Lo importante es que Argentina, frente a una necesidad incremental de China, en conjunto con malas campañas de nuestros competidores, ya está dada de alta (para exportar) y dispuesta a capturar ese mercado", concluyó.
Por su parte, el presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), Martín Biscaisaque, subrayó que "este acuerdo es una gran noticia para el sector agropecuario argentino, que podrá acceder a un mercado de gran demanda y potencial, en un año donde la producción mundial de trigo cae luego de tres años de campañas récord".
Biscaisaque destalló que Argentina es el undécimo productor y el octavo exportador de trigo del mundo, cuyo principal destino es Brasil, el primer importador mundial de trigo, que busca alcanzar el autoabastecimiento, aunque en esta campaña "sufrió una merma en su producción por las lluvias", mientras que Argentina alcanzó una producción estimada en torno a las 15 millones de toneladas.
"La habilitación de China para el trigo argentino es una oportunidad histórica para el país, que podrá diversificar sus mercados, incrementar su producción y fortalecer su relación comercial y estratégica con China. ¿Veremos este año un embarque de trigo argentino a China? Es aventurarse demasiado, pero la posibilidad está", concluyó.
Por Juan Manuel Colombo