El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó la imposición de un arancel del 25% sobre todos los vehículos importados, una medida largamente anunciada que entra en vigor el 3 de abril y que apunta a reducir el déficit comercial del país. La decisión sacudió los mercados, generó amenazas de represalias por parte de socios estratégicos y encendió alarmas en la industria automotriz global.
Con importaciones por 474.000 millones de dólares en productos automotrices durante 2024 (de los cuales 220.000 millones corresponden a autos de pasajeros), los principales proveedores de EE.UU. son México, Japón, Corea del Sur, Canadá y Alemania.
Reacción internacional: aliados golpeados y promesas de represalias
El anuncio provocó un fuerte rechazo por parte de gobiernos aliados. Canadá, en palabras del primer ministro Mark Carney, calificó la medida como "un ataque directo" y anunció que se evalúan represalias económicas. En la misma línea, la Unión Europea consideró que los aranceles "perjudican a las empresas y a los consumidores" y advirtió que responderá "con firmeza".
Desde Alemania, donde las acciones automotrices cayeron fuertemente, el ministro de Economía Robert Habeck pidió una reacción clara del bloque europeo. En Francia, el ministro de Finanzas señaló que la única salida posible es que Europa eleve también sus aranceles.
Incluso Reino Unido, mientras gestiona una posible exención, amenazó con revisar subsidios otorgados a Tesla. "Esto no crea empleos ni mejores salarios. Solo genera ventas lentas, créditos más caros y posibles despidos", advirtió Nigel Green, CEO de deVere Group.
China, por su parte, denunció que la medida viola las reglas de la OMC y "no contribuye a resolver los problemas internos de EE.UU."
Impacto en la industria automotriz global
La industria automotriz sintió el golpe de inmediato: las acciones de empresas como Toyota y Mazda cayeron en Japón, y también se registraron pérdidas en Corea del Sur e India. Incluso las automotrices estadounidenses, fuertemente integradas con México y Canadá, abrieron la jornada con números rojos.
Corea del Sur anunció una respuesta de emergencia para su industria automotor. En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva adelantó que presentará una queja ante la Organización Mundial del Comercio por un arancel aplicado al acero brasileño.
Más tensión comercial en el horizonte
Trump defendió la medida como una forma de revitalizar la industria estadounidense y compensar los recortes impositivos. Sin embargo, expertos en comercio advierten que los precios subirán, caerá la demanda y se podría frenar la producción en un sector ya golpeado por la incertidumbre.
En redes sociales, Trump advirtió que aumentará aún más los aranceles si Canadá y la UE coordinan represalias:
"Si la UE trabaja con Canadá para dañar económicamente a EE.UU., habrá tarifas a gran escala", publicó en Truth Social.
¿Qué viene ahora?
El anuncio de aranceles recíprocos previsto para la próxima semana podría profundizar el conflicto. Analistas como Kyle Rodda anticipan que el reordenamiento del comercio global bajo Trump recién empieza, y que podría generar un escenario prolongado de volatilidad.