Novedades sobre el transporte marítimo, fluvial y lacustre.
El Gobierno nacional estableció este lunes el nuevo Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre (Reginave), con algunas modificaciones que fueron aprobadas por la Prefectura Naval Argentina y con el que intenta desregular el sector y reducir los costos.
Con esta normativa que se hizo efectiva mediante la publicación del decreto 37/2025, en el Boletín Oficial, la administración de Javier Milei busca simplificar los procedimientos de navegación, promover la desregulación del comercio en el país y mejorar la seguridad de buques y personas.
Según el considerando, esta reforma "se centra en la supresión de aquellas disposiciones que imponen el sometimiento del usuario a la tramitación de autorizaciones y aprobaciones que resultan redundantes en virtud de la duplicidad de autorizaciones y aprobaciones de igual tenor y fuerza legal". Por esto mismo, se decidió implementar estas modificaciones "con el objetivo de conferir al sector un mayor dinamismo, simplicidad y operatividad, para que los usuarios accedan a sus requerimientos sin cargas ni dilaciones innecesarias".
La actualización del régimen del Reginave forma parte de uno de los apartados de la ley Bases y tiene como objetivo principal simplificar procedimientos, eliminar las regulaciones que son consideradas innecesarias y también reducir exigencias que afectan a la operatividad del sector. De esta forma, el Gobierno pretende que exista un esquema regulatorio más flexible y actualizado.
La normativa se estima que tenga un impacto directo en armadores, operadores de buques y el comercio nacional e internacional, dado que facilitará el acceso a servicios y reducir cargas administrativas fomentando la competitividad del sector y en la capacidad operativa de quienes participan en la actividad marítima y fluvial.
Según explicó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, hasta ahora los permisos de navegación eran por zonas, pero de acá en más las autorizaciones serán de carácter nacional. Además, habrá más opciones para certificar las condiciones de seguridad: los armadores más pequeños podrán hacerlo a través de ingenieros habilitados y los demás por sociedades de clasificación privadas.
En tanto, no sólo se eliminó la obligación de contratar serenos, sino que se limitó la obligación de contratar baqueanos: pasa a ser opcional y solo requerida cuando se transporten sustancias de riesgo.
También, dijo el ministro, se aceptará todo dispositivo de seguridad avalado por las sociedades de clasificación, bajando a un tercio los precios de muchos insumos de la navegación. Y al mismo tiempo se creó un régimen certificado para embarcaciones de menos de 100 toneladas de arqueo.
Finalmente, se descentralizó el otorgamiento de carnets para la navegación deportiva: ahora lo podrán otorgar las federaciones náuticas. También se estira la vigencia de los permisos a 10 años, mientras que se habilitaron actividades comerciales con embarcaciones deportivas para que se desarrollen mercados y nuevos negocios.