Esta semana, la Universidad Austral ha realizado un detallado análisis del mercado nacional e internacional de granos, teniendo en cuenta el impacto del clima y los recientes cambios en el informe de siembra del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
En cuanto al clima, el maíz y la soja están entrando en etapas reproductivas, lo que implica que el riesgo se convierte en daño real. Sin embargo, las lluvias que se están produciendo podrían generar una mejora en las condiciones en el futuro. El pronóstico a 8/14 días indica que se esperan más lluvias con temperaturas bajas, mientras que se prevé un impacto similar en la segunda mitad de julio y agosto.
Por el momento, la situación climática no ha generado una caída en los rendimientos, aunque existe la preocupación de que la calidad de los cultivos se vea afectada, lo que podría llevar a una disminución en los rendimientos. Afortunadamente, las precipitaciones han llegado para aliviar la sequía.
En cuanto a los cambios en el informe de siembra del USDA, este ha sorprendido a los analistas con los datos sobre el área efectivamente sembrada en Estados Unidos. Las expectativas eran de cambios menores en el área, pero finalmente se redujo el área sembrada de soja en casi 2 millones de hectáreas y se incrementó el área de maíz en 1 millón de hectáreas. Considerando los rendimientos estimados por el USDA, 35 quintales por hectárea para la soja y 114 quintales por hectárea para el maíz, esto implica que los stocks de soja pasarían de estar ajustados a acercarse al promedio, mientras que en el maíz se esperaba un aumento de stocks que lo llevaría a niveles de exceso. Estos cambios podrían llevar al USDA a estimar precios más altos, reducir el consumo y evitar una caída significativa de los stocks.
La reacción del mercado ante estos cambios fue notable. La soja experimentó un aumento de 30 USD/tonelada en Chicago, mientras que el maíz cayó 13 USD/tonelada, arrastrando al trigo. Esta fluctuación se debe, en parte, al comportamiento de los especuladores en el mercado. Los especuladores buscan oportunidades de ganancia basadas en fundamentos alcistas o bajistas, y una vez que acumulan una posición, buscan momentos o fundamentos bajistas para tomar ganancias y presionar los precios a la baja. Sin embargo, a veces los especuladores exageran sus movimientos, lo que genera volatilidad en los precios y brinda oportunidades para los productores y compradores.
En cuanto a la situación en Argentina, se descarta la posibilidad de un dólar especial para el maíz en este momento debido a las preocupaciones sobre el impacto en los costos de la leche, carne y lácteos. Sin embargo, el rumor sobre un dólar soja reaparece, ya que aún quedan alrededor de 10 millones de toneladas de soja en manos de los productores y otras 3 millones de toneladas por fijar en exportaciones. Aunque el nivel de ventas de soja es normal en este momento, la medida podría ser considerada si se dan los incentivos económicos adecuados.
En cuanto a las decisiones de los productores, se recomienda diversificar las ventas en los próximos dos meses y mantener una parte en mano. La soja no debería caer significativamente debido a la reticencia a vender, pero también está cara para los compradores. El techo lo establece la posibilidad de importar soja de Brasil, que está volviendo a abaratarse. Para aquellos que están cosechando maíz, retenerlo puede ser la mejor manera de dolarizarse, aunque el pico de maíz tardío dificulta las oportunidades de fijación. En cuanto al trigo, se espera una disminución en el área sembrada, lo que podría llevar a un aumento en los precios.
En resumen, el mercado de granos se ve influenciado por el clima y los cambios en el informe de siembra del USDA. Aunque los precios han experimentado movimientos bruscos, es importante tener en cuenta la especulación en el mercado y considerar estrategias de diversificación y retención de cultivos para aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos.