La agricultura sigue siendo la primera causa de esta pérdida de biodiversidad, pero el informe establece una relación cada vez más clara entre el deterioro de los ecosistemas y el calentamiento climático.
"El rugir del tigre se podía escuchar cerca hace tres años, ahora ya no. Y en los rios, hay menos peces. la pesca para nuestras familias es más difícil", es el testimonio recogido en el informe del Fondo Mundial para la Naturaleza de Delicia Ramos, desde el área Natural de Manejo integrado San Matias, una de las áreas protegidas más grandes de Bolivia.
El informe también destaca que la población del delfín rosado del Amazonas ha bajado en un 65%.
Son solo algunos de los ejemplos de cómo América Latina se ha convertido en la región con el declive más alto del mundo. Desde 1970, la población animal ha disminuido en un 94%. Unas cifras que sin embargo relativiza Enrique Segovia, director de conservación del Fondo Mundial para la naturaleza en España.
"En 1970 todavía muchas zonas de Latinoamérica eran prácticamente vírgenes, mientras que en Europa o América del Norte, en 1970 ya se habían producido las grandes transformaciones y se había producido ya el impacto agrícola", aclara Segovia quien reconoce que en la región latinoamericana se está produciendo un "deterioro muy rápido y muy alarmante de la naturaleza" por la expansión de la franja agrícola.
Las zonas más afectadas en América Latina son la cuenca del Amazonas y los Andes septentrionales. "Un 17% de la Amazonía ya se ha degradado y otro 17% está en proceso de degradación", afirma el director de conservación de WWF España.
Los depredadores de los ecosistemas son principalmente la agricultura, la tala, la sobreexplotación y captura de animales, pero hay cada vez una relación más estrecha entre cambio climático y pérdida de población animal.
"Ahora mismo lo que está pasando es que los bosques que son grandes sumideros de carbono están pasando de absorber CO2 a ser emisores de CO2, en muchas zonas debido a los incendios forestales por el calentamiento global, debido al deshielo de los suelos permanentemente congelados de la tundra con lo cual se está estableciendo una relación entre los dos", explica Enrique Segovia.
Pero no todo son malas noticias. El mejor alumno mundial está en Latinoamérica. En 1994 en Costa Rica los bosques ocupaban el 25% de la superficie del país, hoy ocupan el doble gracias a la reforestación.