Las zonas más afectadas incluyen partes de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis, Tucumán, Santiago del Estero y Salta, donde se anticipan valores de precipitación acumulada entre 60 y 90 milímetros.
Las alertas naranjas por tormentas se extienden sobre la costa y el noroeste bonaerense, el sur de Santa Fe, el este de Córdoba, y el norte de San Luis, áreas que también están bajo alerta amarilla por vientos. Tucumán, el norte de Santiago del Estero y el centro de Salta enfrentan situaciones similares, con la posibilidad de tormentas severas, granizo, actividad eléctrica intensa y ráfagas de viento que pueden superar los 70 kilómetros por hora.
La alerta amarilla, que abarca un rango más amplio, incluye a la ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja, así como partes del este de Catamarca, San Juan y el oeste de San Luis. Estas alertas señalan la posibilidad de eventos climáticos menos severos, pero aún significativos, que pueden afectar a la población y a las actividades al aire libre.
Además, se han emitido alertas amarillas por vientos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), toda la provincia de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, el sur de Santa Fe, el norte de San Luis, el noreste de Mendoza, el este de San Juan y la mayoría de La Rioja, indicando la necesidad de precaución por parte de los residentes y visitantes en estas áreas.
Este panorama meteorológico plantea un desafío para la preparación y respuesta ante posibles inundaciones, daños materiales y trastornos en la vida cotidiana de las comunidades afectadas. Las autoridades y los ciudadanos deben estar alerta y seguir las recomendaciones del SMN para mitigar los efectos adversos de estas condiciones climáticas.