. Aunque las quemas controladas son comunes en esta época del año, las condiciones actuales incrementan significativamente la posibilidad de que estas prácticas deriven en incendios descontrolados.
Según el Informe Nacional de Peligro de Incendios de Vegetación de agosto, elaborado por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, en julio de 2024 se registraron más de 2000 focos de calor en las provincias de Chaco, Corrientes y Santa Fe. En Corrientes, se detectaron 2754 focos, superando el promedio histórico para este mes. Otras provincias que también registraron cifras superiores al promedio histórico en julio fueron Jujuy (153 focos), Salta (600 focos), Córdoba (397 focos), San Luis (240 focos), Mendoza (472 focos), La Pampa (131 focos) y Río Negro (209 focos).
Neuquén destacó por sobrepasar su máximo histórico con 607 focos de calor. Aunque en Chaco y Santa Fe se superaron los 2000 focos, estos valores no excedieron el promedio histórico, lo que subraya lo habitual que resultan estas prácticas en estas regiones. Sin embargo, en agosto, la cantidad de focos detectados continúa siendo alarmantemente alta.
El mapa del informe ilustra la ubicación de los focos de calor detectados en distintos días de agosto, con una alta concentración de puntos en la región del NEA, como es común durante el invierno. Las condiciones secas prevalecientes en las principales áreas agrícolas del país no solo elevan el riesgo de incendios, sino que también afectan negativamente la producción vegetal.
El mapa de estado de las reservas hídricas, proporcionado por la ORA, muestra un déficit significativo en varias zonas, como el oeste de Chaco, donde se observan numerosos focos de calor. La situación requiere una vigilancia constante para prevenir posibles incendios que podrían tener graves consecuencias para el ambiente y la economía agrícola del país.