En junio, las alarmas se encendieron en Argentina debido al peor déficit comercial mensual desde 2013. Por cuarto mes consecutivo, las exportaciones no lograron superar a las importaciones, y el saldo negativo ascendió a US$1.727 millones, un número preocupante que supera el déficit registrado en el mismo mes de los últimos diez años.
Según el informe del Intercambio Comercial Argentino, las exportaciones totalizaron US$5.450 millones, mostrando una disminución del 35,4% respecto al mismo período del año anterior. Por otro lado, las importaciones alcanzaron los US$7.177 millones, registrando una caída del 17,2% en comparación con el sexto mes de 2022.
El país no había experimentado un déficit comercial tan contundente desde noviembre de 2017, durante la gestión del expresidente Mauricio Macri. En aquel entonces, el saldo negativo entre exportaciones e importaciones alcanzó los -US$1.510 millones.
La principal causa de este deterioro en la balanza comercial argentina se atribuye a una feroz sequía que ha golpeado severamente al sector agrícola, siendo este el principal complejo exportador del país. En el primer semestre del año anterior, se exportaron 44 millones de toneladas de cultivos como la soja, el maíz, el trigo, el girasol, la cebada y el sorgo. Sin embargo, durante el mismo período de este año, las ventas al exterior de estos cultivos se redujeron drásticamente, alcanzando solo 18 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Esta preocupante situación de la balanza comercial ocurre en un momento en que los funcionarios del Ministerio de Economía de Argentina están negociando en Washington D.C. un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para evitar un histórico default con el organismo. Mientras tanto, el gobierno ha implementado trabas para limitar el acceso de los importadores a las divisas que necesitan.
La consultora 1816 estima que las reservas netas del Banco Central de la República Argentina, de las cuales más del 70% está denominado en yuanes, se ubican en torno a los -US$7.700 millones, lo que agrava aún más la situación económica del país.
Ante este escenario desafiante, las autoridades y actores del sector agroindustrial deben estar alerta para tomar medidas adecuadas y buscar soluciones que ayuden a revertir esta tendencia y mejorar el panorama económico del país.