En el plano internacional, el USDA redujo la estimación de la producción de soja 2024/2025 para Estados Unidos en 3,3 millones de toneladas, situándola en 121,4 millones de toneladas. Este ajuste responde a una caída en la productividad por unidad de superficie.
En Brasil, por su parte, la Conab mantuvo sus proyecciones prácticamente sin cambios, con una producción estimada en 166,1 millones de toneladas, mientras que las exportaciones alcanzarán los 98 millones de toneladas para la campaña actual.
En Argentina, los avances en la siembra y la intención de cultivo presentaron variaciones según el grano. La Bolsa de Comercio de Rosario elevó su estimación de siembra de soja 2024/2025 a 17,9 millones de hectáreas, lo que proyecta una producción de 53,5 millones de toneladas, superando los 50 millones del ciclo anterior. En contraste, la superficie destinada al maíz mostró una disminución del 24,5% respecto al ciclo previo, alcanzando 7,8 millones de hectáreas, debido a la tardanza de las precipitaciones y otras complicaciones climáticas.
El mercado internacional también mostró ajustes para el trigo, con el USDA elevando la previsión global a 794,7 millones de toneladas, mientras que en Argentina la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo su estimación en 700 mil toneladas, ubicándola en 18,6 millones de toneladas.
En cuanto al girasol, la siembra en Argentina ya cubre el 72% de las 2 millones de hectáreas proyectadas, con mejoras en las condiciones climáticas recientes. A nivel global, el USDA recortó la proyección de cosecha en Rusia y Europa, lo que ha generado un repunte en los precios internacionales del aceite de girasol.
El informe resalta la importancia de seguir de cerca los avances de las condiciones climáticas y las estrategias comerciales, que podrían influir en el mercado durante los próximos meses.