El Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué ha lanzado un proyecto pionero, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O'Higgins, destinado a mejorar la salud y el sabor de melones y sandías mediante el uso de hongos endófitos. Este enfoque biológico promete avanzar hacia la eliminación de químicos plaguicidas, marcando un hito en la agricultura sustentable.
Bajo el título "Transferencia bioinmunizador endófito para el control de plagas y enfermedades en cucurbitáceas", el proyecto se centra en el desarrollo de un bioinmunizador que utiliza hongos endófitos para combatir plagas y enfermedades clave en estos cultivos de verano. Según Bárbara Vega, investigadora de INIA Rayentué y directora del proyecto, este esfuerzo busca no solo mejorar la sanidad vegetal sino también realzar características organolépticas como el sabor y el olor de las frutas.
El lanzamiento del proyecto se celebró con un seminario en INIA Rayentué, donde expertos como la Dra. Lorena Barra de INIA Quilamapu y Ariel Salvatierra del CEAF expusieron sobre los potenciales beneficios de los hongos endófitos en la agricultura. La startup Endomix, derivada de INIA y especializada en la producción de estos hongos, desempeña un rol clave en la iniciativa.
La propuesta representa una solución biológica innovadora que aprovecha hongos endófitos nativos, seleccionados por su eficacia comprobada en el control biológico de plagas y enfermedades en distintos cultivos. Estos agentes están ganando popularidad en el mercado, creciendo a tasas anuales del 18%.
Con una inversión superior a los $176 millones y una duración de 3 años, el proyecto FIC se dirige especialmente a beneficiar a pequeños agricultores dedicados al cultivo de melones y sandías, subrayando el compromiso de INIA Rayentué con la innovación agrícola y la sostenibilidad ambiental.