La producción orgánica en Argentina sigue ganando protagonismo, impulsada tanto por los productores como por el interés creciente de los consumidores que priorizan alimentos saludables y sostenibles. En este marco, el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO) y la Cámara Argentina de Bioinsumos (CABIO) firmaron un convenio estratégico para fortalecer este modelo de agricultura.
El acuerdo, firmado en la sede del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), contó con el respaldo de la Comisión Interamericana de Agricultura Orgánica (CIAO). Entre sus principales objetivos, se destaca fomentar el conocimiento sobre herramientas para la producción orgánica, impulsar la adopción de bioinsumos y sumar actores que contribuyan al desarrollo de una agricultura libre de químicos.
Según el convenio, CABIO asistirá a los socios de MAPO en la implementación de bioinsumos, promoviendo un vínculo directo entre fabricantes y productores. Además, ambas instituciones trabajarán en la difusión de tecnologías disponibles para optimizar los sistemas de producción orgánica.
"El desarrollo de una agricultura sustentable requiere la colaboración entre gobiernos, universidades, centros de investigación y el sector privado", señaló Roberto Rapela, presidente de CABIO. Por su parte, Mariana del Pino, vicepresidenta de MAPO, destacó que este acuerdo refuerza la misión de ambas organizaciones de avanzar hacia un modelo productivo más sostenible y competitivo.
Con esta alianza, se espera que la producción orgánica en Argentina continúe creciendo, ofreciendo alimentos de calidad garantizada y promoviendo prácticas agrícolas responsables.