En el Congreso hay 19 legisladores que son productores; 9 son agrónomos y/o técnicos; hay 5 ex ministros de Agricultura, tanto nacionales como provinciales; y 14 mantienen un vínculo familiar con alguien del sector.
Según un informe de la Fundación Barbechando, el 12% de los legisladores de ambas cámaras están vinculados con la "agrobioindustria": 19 son productores; 9 son agrónomos y/o técnicos; hay 5 ex ministros de Agricultura, tanto nacionales como provinciales; y 14 mantienen un vínculo familiar con alguien del sector. En cuanto a la pertenencia partidaria, la gran mayoría integran Juntos por el Cambio (JxC), mientras que un puñado pertenecen al Frente de Todos (FdT) y el resto a partidos menores.
Ahora bien, este 12% - que sí se contabilizara como un espacio político, sería la tercera fuerza en el Congreso - no se mueve como un bloque en sí más allá de su pertenencia o vinculación con el sector, como así tampoco tienen las responsabilidad o son garantes de impulsar la agenda del sector en la discusión parlamentaria y expresar los intereses del campo de manera conjunta.
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Legisladores y dirigentes referentes del sector y con organizaciones que buscan impulsar los temas de interés del agro en el Congreso, coincidieron en diálogo con Infobae en que hoy el campo no tiene una representación legislativa acorde a su importancia social y económica por motivos que van desde el alejamiento y aislamiento del sector con la política y el poco interés de los productores de involucrarse en ésta, hasta diferencias de criterios dentro de las entidades que hacen que no puedan tener el ordenamiento necesario para incursionar en ese ámbito.
Para el diputado nacional por la Unión Cívica Radical (UCR) y presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja, Ricardo Buryaile, existen dos motivos por los cuales el campo no cuenta con el peso político que demanda su importancia en la sociedad y economía argentina: por un lado la falta de involucramiento del productor y, también, la falta de acompañamiento de los intereses de las provincias por parte de los legisladores en pos de disciplina partidaria a la hora de votar las leyes.
Buryaile, que también fue ministro de Agroindustria durante el gobierno de Mauricio Macri y que comenzó su carrera política tras el conflicto de la 125 en 2008, entiende que "hay muchos productores agropecuarios que no se involucran. Cuando uno decide involucrarse, lo tiene que hacer en serio y representar a todos los sectores, no solo a uno en particular, está esa obligación. Por supuesto, yo tengo más llegada al sector agropecuario que al de la salud, pero no puedo decir que con ese tema "no tengo nada que ver" y el productor agropecuario siempre prefirió atender sus obligaciones y delegar las acciones gremiales y políticas".
Para Buryaile, que también fue dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), "lo que hoy pasa en el Congreso nacional, también pasa en las entidades, ya que cuesta encontrar gente para que las integren. Entonces, si uno no tiene militancia política, nadie te va a ir a buscar para que te presentes y, para tener representación en el Congreso, hay que tener participación en la vida política de los partidos, en cualquiera de ellos".
Ricardo Buryaile
Pero también sostiene que parte del problema es meramente una cuestión política y de la falta de representación por parte de los legisladores de los intereses de las provincias en pos de votar como dicta el partido. "Hay diputados que votan en contra de los intereses de sus provincias y eso no lo entiendo", dijo Buryaile y agregó que "en primer lugar, nosotros deberíamos representar los intereses del pueblo y las provincias".
"No me imagino a un misionero votando en contra del turismo que afecte a su provincia o algún jujeño votando en contra de la producción de litio. Sin embargo, como acá se responde mucho más a los partidos que a los intereses de las provincias, hay muchos diputados que votan como manda el espacio y eso sucede porque no tienen un compromiso hacia las bases", concluyó el diputado nacional que representa a la provincia de Formosa.
Jorge Chemes, actual presidente de CRA, también fue uno de los denominados "agrodiputados" que llegó al Congreso tras el conflicto de la 125 y también observó como la impronta de los primeros años comenzó a desvanecerse y el campo volvió a alejarse de la política, cuestión que el dirigente entiende como esencial para poder impulsar la agenda del sector en el Poder Legislativo.
"Estoy convencido de que el agro tendría que tener un protagonismo mucho mayor al que tiene en estos momentos. No tengo dudas que al ser el sector que más recursos le genera al país tendría que tener una preponderancia en la presencia y un lugar más importante en el Congreso y no lo tenemos porque durante muchos años no se le dio importancia a eso", dijo el dirigente en diálogo con Infobae.
Jorge Chemes
Para el integrante de la Mesa de Enlace "más que formar un partido, hay que lograr una mayor presencia política en el Congreso, porque hay que estar donde se generan las leyes y eso no se ha logrado. En 2008 llegamos a ser 14 agrodiputados. Hoy no queda ninguno y eso nos muestra que lo que hicimos a partir de ahí no fue bueno. Hoy tendríamos que ser 30, pero nos equivocamos en el rumbo que tomamos".
Por eso, Chemes asegura que es en las entidades donde se debe dar el primer paso para poder delinear una agenda y una hoja de ruta común para involucrarse en la política. "Hay que unificar criterios dentro de los productores y eso significa que la gente trate de aggiornarse a lo que la mayoría piensa. Yo como dirigente a veces tengo 17 o 20 opiniones diferentes y no se puede trabajar de esa manera. Hay que marcar 3 o 4 líneas y dentro de esas líneas el productor tiene que enmarcarse. Resulta que cada productor pretende imponer su idea porque considera que es el dueño de la verdad y así no se puede", enfatizó la máxima autoridad de CRA.
Es por eso que ratificó la necesidad de "tener una participación activa en la política y dejar de ver fantasmas, porque pareciera que el que se decide a participar en política, en lugar de defender los productores, pasa a ser alguien que es un contrario. Entonces, al otro día se lo empieza a ver con malos ojos y desconfianza y esto complica el trabajo mancomunado para que el sector tenga una expresión política más fuerte".
Por su parte, la directora ejecutiva de la Fundación Barbechando, Florencia Ricchiuti, indicó que si bien es necesario que el sector se involucre más en política, los contactos entre el sector y los legisladores comenzaron a tomar más ritmo y no solo con las fuerzas políticas más afines al campo, sino también con aquellos partidos cuyo ideología puede ubicarlos más alejados de los intereses del agro, ya que la actual composición de ambas cámaras así lo requiere.
"Sin dudas que el sector se tiene que involucrar. Pero involucrarse no necesariamente significa ser candidato, ya que, de hecho, eso es a lo que la gente más le escapa. Uno puede incidir en política acercando información, apoyando a otro candidato, organizando una jornada a campo con un legislador. Hay mil formas de participar, pero a medida que el agro va perdiendo esos espacios, otros los van ocupando", dijo a modo de introducción Ricchiuti.
Los dirigentes de las entidades gremiales del campo, que confluyen en la denominada Mesa de Enlace
Es por eso que identificó como un problema del sector que "en los últimos diez años el sector se volvió tan endogámico, una especie de "no te metas", y eso generó un mayor desencuentro entre la política y el agro", pero, no obstante, también marcó que "hoy se ve un sector que se ha acercado a la política, como lo hace el Consejo Agroindustrial (CAA), las gremiales siguen teniendo contacto con los políticos, pero lo importante es la pluralidad, hablar con todos".
"Hoy el Congreso no tiene mayoría automáticas. Si no hablas con el 51% estas muerto, porque todas las leyes las vas a desbloquear con otro. Si se busca hablar con el Frente de Todos, hay que sumar a una tercera vía, que puede ser el socialismo, la izquierda o el peronismo federal. Si uno quiere hablar con Juntos por el Cambio sucede lo mismo, tiene que sumar a alguien más. Por eso, de a poco se van despertando", concluyó Ricchiuti.