Durante su participación en Expoagro 2025, José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales, analizó el panorama actual del sector agroindustrial argentino y su inserción en el mercado internacional. Con un enfoque optimista, pero con llamados de atención, el dirigente remarcó que Argentina tiene una gran oportunidad de consolidarse como un proveedor confiable de alimentos, fibras y energía. Sin embargo, advirtió que para lograrlo es imprescindible una macroeconomía ordenada, reglas claras y estables, y una presión impositiva razonable que permita competir con otros países.
"El campo no necesita subsidios ni prebendas, solo condiciones que nos permitan jugar en igualdad de condiciones con nuestros competidores globales", enfatizó Martins. Asimismo, valoró la orientación del Gobierno en términos de apertura comercial y apoyo a la iniciativa privada, destacando que desde la Bolsa de Cereales y el Consejo Agroindustrial Argentino están listos para acompañar este proceso con propuestas y debates constructivos.
Martins subrayó que la demanda mundial de alimentos sigue en aumento. En los próximos cinco años se proyecta un incremento del consumo de 40 millones de toneladas de trigo, 71 millones de toneladas de maíz y 18 millones de toneladas de soja. A pesar de este contexto favorable, advirtió que el Mercosur está atrasado en materia de acuerdos comerciales. "Tenemos muy pocos convenios de peso. Esperamos la firma y entrada en vigor del acuerdo con la Unión Europea y estamos atentos a una posible negociación con Estados Unidos. Esto generará tensiones dentro del bloque regional y será clave ver qué postura tomará el Ejecutivo argentino", explicó.
En cuanto a la guerra comercial entre EE.UU. y China, Martins alertó sobre el impacto de las políticas arancelarias de Donald Trump y la incertidumbre que generan en el mercado global. "Hasta ahora, su estrategia ha sido transaccional, con subas de aranceles como herramienta de negociación. No sabemos cómo terminará esta película ni qué beneficios puede traer a Argentina", reflexionó.
Martins también hizo un análisis del contexto económico local y recordó que Argentina ha sufrido un declive económico sostenido en los últimos 50 años. Desde 1983, la economía creció apenas un 1,6% anual, con 21 años de expansión y 16 de contracción, mientras que la pobreza escaló del 16% al 40%. "La agroindustria no ha estado exenta de estas oscilaciones, provocadas por políticas erráticas", sentenció.
Frente a este escenario, recordó que desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) han elaborado el Plan Federal Agroindustrial, con propuestas para transformar a Argentina en un líder global en el comercio de alimentos, biocombustibles y tecnologías agroalimentarias. Este plan tiene metas ambiciosas:
Alcanzar USD 100.000 millones en exportaciones.
Crear 900.000 nuevos puestos de trabajo.
Aumentar un 50% la producción de alimentos y fibras para exportación.
Incrementar un 20% la cantidad de productores.
Si bien algunas de estas iniciativas ya fueron tomadas en cuenta por el Gobierno, Martins subrayó que la competitividad del sector agroindustrial no depende únicamente de la producción en el campo, sino también de una eficiente infraestructura logística. En este sentido, enfatizó la necesidad de modernizar y ampliar redes viales, ferroviarias, hidroviarias y portuarias para reducir costos y mejorar la rentabilidad de la cadena agroindustrial.
"También necesitamos extender la red de energía y conectividad en todo el país, así como facilitar el acceso a financiamiento para potenciar la inversión en tecnología y expansión productiva. Además, es urgente reformular el esquema impositivo para aliviar la pesada carga fiscal que enfrenta el sector, que incluye tributos nacionales, provinciales y municipales", explicó.
Mirando hacia el futuro, Martins confió en que el 2025 será un año clave para consolidar reformas estructurales. En este sentido, resaltó la necesidad de avanzar en temas fundamentales como:
Equilibrio fiscal.
Desregulación y simplificación normativa.
Libertad de comercio y apertura de nuevos mercados.
Reforma laboral para mejorar la competitividad.
Unificación del tipo de cambio y eliminación del cepo.
Reducción de impuestos, incluyendo retenciones a la exportación.
"Argentina tiene una oportunidad enorme, pero no podemos seguir dependiendo de los ‘vientos de cola' del mercado internacional. Debemos trabajar en políticas de largo plazo que den previsibilidad y fomenten la inversión. Mientras nuestros vecinos crecen, nosotros no podemos seguir perdiendo terreno", concluyó Martins en Expoagro 2025.