Brasil, el mayor productor de café del mundo, enfrenta una de sus peores crisis de suministros en décadas. Después de una de las sequías más severas registradas en el país, los productores se han visto obligados a vender casi toda la cosecha de 2024, dejando los almacenes vacíos mientras los precios globales del café alcanzan cifras récord.
Con un mercado que ya está pagando precios elevados por la falta de oferta, las perspectivas para el futuro son inciertas. En febrero de 2025, el precio del arábica, el grano más popular, se disparó un 70% en comparación con el año anterior, alcanzando un récord de $4.30 por libra (aproximadamente 9,46 USD por kilo). Los precios del robusta, utilizado principalmente en café instantáneo, también experimentaron un incremento de 72% en 2024, superando los $5.847 por tonelada (alrededor de 5.3 USD por kilo).
El impacto de la crisis se refleja en los almacenes de las cooperativas de café, que en otras épocas solían contar con cientos de miles de sacos de grano, pero hoy en día apenas se encuentran con existencias. La cooperativa Cooxupe, la más grande del mundo, informó que casi toda la cosecha de 2024 ya ha sido vendida y que espera que sus almacenes estén vacíos en un 80% para mayo.
"Lo que queda en los almacenes es lo mínimo que hemos visto en los registros. Estamos a la espera de la nueva cosecha, que no llegará antes de julio", señaló Luiz Fernando dos Reis, superintendente de ventas de Cooxupe. Por otro lado, Osmar Junior, un productor de Minas Gerais, informó que él y sus vecinos ya no tienen café disponible para la venta y que la cosecha de la nueva temporada comenzará a finales de mayo.
El aumento de los precios del café no solo ha afectado a los consumidores, que han visto un incremento significativo en los precios de sus tazas de café, sino también a los tostadores. Algunos, como el agricultor Paulo Armelin, han aumentado los precios de venta de su café de $3.05 a $4.50 por libra (de 6.72 a 9.91 USD por kilo), debido a la alta calidad de su producción.
Luis Norberto Pascoal, dueño de Daterra Coffees, expresó su preocupación por la sostenibilidad de los precios actuales. "Aunque los pequeños productores están viendo más ganancias, temo que los precios actuales no puedan mantenerse mucho tiempo, ya que muchos tostadores no tendrán los medios para comprar café a estos precios y buscarán reducir costos, lo que afectará la calidad del grano", comentó.
La escasez de café en Brasil ha afectado tanto a los mercados internacionales como a los consumidores locales. Las exportaciones de Brasil se han visto reducidas, mientras que otros países productores como Vietnam también han tenido caídas en su producción. Esta combinación de factores está creando un panorama complejo para la industria del café global, y la incertidumbre sobre el futuro inmediato se mantiene.
La demanda de café sigue siendo alta, y los consumidores parecen estar dispuestos a pagar precios más altos, pero los productores y tostadores están cada vez más preocupados por la estabilidad del mercado en el largo plazo.