China ha anunciado una investigación sobre las importaciones de carne vacuna, abarcando productos frescos, fríos y congelados entre enero de 2019 y junio de 2024. Según el Ministerio de Comercio chino, la medida responde a una solicitud de la Asociación de Ganadería de China, que argumenta que el fuerte aumento en los volúmenes de importación ha perjudicado gravemente a la industria ganadera local.
Argentina se posiciona como el segundo mayor proveedor de carne vacuna de China, con un 15% del valor total de las importaciones en 2023, detrás de Brasil. Durante los primeros 11 meses de 2024, las exportaciones argentinas de carne vacuna a China crecieron un 10% interanual, alcanzando las 533.005 toneladas métricas.
Sin embargo, el precio promedio de la carne sin hueso exportada desde Argentina ha mostrado un descenso significativo, pasando de u$s 5.900 por tonelada en mayo de 2022 a u$s 3.530 en noviembre de 2024, reflejando una tendencia de precios a la baja en el mercado chino.
Un mercado en desequilibrio
La caída de los precios internos en China, que han alcanzado mínimos históricos, ha generado pérdidas en la mayoría de las granjas ganaderas del país. Los precios mayoristas de carne vacuna han disminuido un 22% en los últimos dos años, pasando de 77,18 yuanes por kilogramo a 59,82 yuanes (8,20 dólares).
La Asociación de Ganadería de China sostiene que las importaciones excesivas han exacerbado la crisis de su sector, pidiendo al gobierno tomar medidas para limitar el ingreso de carne importada y proteger a los productores locales.
Cualquier restricción que reduzca las importaciones de carne vacuna afectará directamente a los principales proveedores de China: Brasil, Argentina y Australia. Este escenario genera preocupación en el agro argentino, que depende de China como principal destino para sus exportaciones de carne, representando el 78,8% de los volúmenes exportados en noviembre de 2024.
La investigación, que podría durar hasta ocho meses o más en casos especiales, no está dirigida a ningún país en particular y no interrumpirá el comercio mientras esté en curso, según el Ministerio de Comercio chino. No obstante, el simple anuncio de esta medida ya ha encendido alarmas en los mercados globales.
Por otro lado, se especula que China también podría imponer restricciones a productos lácteos y carne de cerdo provenientes de la Unión Europea, en represalia a medidas arancelarias del bloque sobre vehículos eléctricos fabricados en China.