Se proyecta una significativa reducción del 8% en la superficie destinada al maíz, mientras que el girasol y el maní ganarán terreno con aumentos estimados del 18%, consolidando una tendencia que podría marcar un nuevo récord en la siembra de maní en la provincia.
De acuerdo con los datos relevados, la intención de siembra para la campaña 2024/25 presenta una baja de 808 mil hectáreas para el maíz, comparado con el ciclo anterior, debido a factores climáticos adversos y expectativas de menor rentabilidad. En contraste, el área dedicada al girasol alcanzará 275 mil hectáreas, y el maní crecerá a 19 mil hectáreas, posicionándose como uno de los cultivos de mayor expansión en la región.
Factores que impulsan el cambio
Las proyecciones sugieren que las dificultades climáticas, con precipitaciones por debajo de la media histórica en la mayoría de los departamentos de La Pampa, han influido en la decisión de los productores. Las frecuentes heladas durante julio y agosto afectaron considerablemente al maíz, reduciendo su rendimiento. A su vez, el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa una primavera con precipitaciones normales o inferiores a lo habitual y temperaturas por encima de la media, lo que favorecería cultivos más resistentes a la sequía, como el girasol y el maní.
Además, la rotación de cultivos sigue siendo un factor clave en la planificación agrícola de la región, mientras que la demanda forrajera, aunque presente, tiene un menor peso en las decisiones de siembra. En este contexto, el sorgo también muestra un crecimiento del 7%, alcanzando 69 mil hectáreas.
Desafíos y perspectivas
Pese a las dificultades, algunos productores han optado por mantener o incluso incrementar la superficie dedicada al maíz, motivados por la posibilidad de aprovechar mejores condiciones climáticas en otras zonas de la provincia. No obstante, la aparición de plagas como la chicharrita del maíz en la región de Vértiz y la baja presencia de maíz voluntario podrían condicionar el futuro del cultivo.
Con la segunda mayor superficie de maní registrada desde 2016, La Pampa continúa adaptándose a los retos climáticos y económicos, diversificando su matriz productiva. El girasol y el maní, con una fuerte intención de siembra, prometen ser los protagonistas de esta campaña estival.