El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha implementado importantes cambios en las condiciones sanitarias para el transporte de animales vivos y productos derivados de origen animal. Esta actualización, que entró en vigor el miércoles con la Resolución 557/2024, busca incorporar principios de bienestar animal y estandarizar el procedimiento de habilitación para los medios de transporte.
Los cambios se centran principalmente en la especificación de los pisos de los vehículos, los cuales ahora deben ser de material resistente e impermeable, facilitando así su lavado, desinfección y limpieza. Para especies como la equina, bovina, bubalina y cérvida, es obligatorio el uso de una malla metálica cuadriculada, ya sea fija o rebatible, que posea propiedades antideslizantes. Similarmente, para las especies ovina y caprina, se requieren pisos de material rígido con propiedad antideslizante, que pueden incluir o no malla metálica.
Senasa también ha especificado que en el caso del transporte de un solo piso, se permitirán aberturas de descarga de purines al exterior, ubicadas a ambos lados del vehículo y equipadas con rejillas para evitar la introducción de miembros del animal. Para transportes de más de un piso, se deberán instalar mangueras de comunicación entre las aberturas de descarga de los pisos superiores al inferior.
Todos los transportes deben contar con mangueras de descarga a la vía pública que terminen al ras del piso, asegurando así la contención adecuada de los residuos generados durante el transporte. Con estas medidas, Senasa busca garantizar no solo la seguridad y el bienestar de los animales transportados, sino también la sanidad pública mediante un manejo adecuado de los residuos.