En la primera jornada de A Todo Trigo, el encuentro que realiza en Mar del Plata la Federación de Acopiadores, se presentó el panel sobre las mejoras que se pueden introducir con el riego, la agricultura de precisión y la fertilización para mejorar en la producción del trigo.
Diego Rotili, de la Fauba y el Conicet, dio las estrategias de riego en los cultivos invernales, con la experiencia del Grupo de Riego del Sudoeste que conforman una serie de empresas. "El riego transforma la situación productiva", aseveró Rotili. Ejemplificó que en el caso de la región propuesta la incorporación de esta tecnología permitió que "aparezcan otros negocios", con la suma posibilidad de hacer otros cultivos como la papa y la producción de semillas de maíz y girasol. "Son negocios que ofrecen un cambio radical para las empresas, siempre que en el ciclo tengan un cultivo de invierno en la rotación", propuso.
Rotili aseguró que, en el caso del trigo, el riego tuvo un impacto productivo que permitió duplicar la producción en secano, logrando superar los 7.000 kg por hectárea. "La inversión se paga".
Finalmente, el especialista dio algunas recomendaciones para el manejo del trigo con riego, como sembrar variedades "largas" en fechas tempranas, y regar los cultivos en período de fin de macollaje y principios de la floración.
A su turno, Julián Muguerza, de Glimax, dijo que "la eficiencia es entender los ambientes, tener una carta del suelo" y advirtió que "si no se atiende el ambiente, la variable precio pasa a ser más relevante". Como ejemplo clásico: "fertilizar en los sitios donde va a haber respuesta".
El especialista destacó que el 60% de la maquinaria que trabaja en los campos argentinos tiene componentes de agricultura de precisión que permiten hacer dosis variable. "Podemos hacer un trigo 100% digital", desafió.
Finalmente, Gustavo González Anta, de Indrasa, ilustró sobre la conveniencia de uso de los fertilizantes químicos vs los fertilizantes biológicos y definió como lo "más atinado y prudente el hecho de complementarlos para potenciar niveles de producción en cantidad y calidad"
González Anta definió dos grupos de fertilización biológica, a partir de microorganismos (que provienen de un extracto vegetal, animal o de algas) y de moléculas que sirven para fijar nitrógeno, aumentar la solubilización de nutrientes, o mejorar el desarrollo radicular, o mejorar el periodo vegetativo de las plantas. "Lo desafiante es poder combinar los fertilizantes biológicos con los fertilizantes químicos. Cuando se combinan microorganismos con fertilizantes químicos se puede aumentar la eficiencia de utilización del nitrógeno y se mejora la solubilización del nutriente", aseguró.
"A futuro vemos que cada vez se van a utilizar más células microbianas para la producción de diferentes metabolitos y moléculas que nos permitan mejorar el crecimiento de las plantas", dijo el experto.