El informe señala una brecha significativa en la percepción y el conocimiento sobre las oportunidades que ofrece el agro, a pesar de reconocerlo como un sector estratégico y motor económico del país.
Los jóvenes destacan la "pujanza y perspectivas de crecimiento" del agro, asociándolo con salarios competitivos y oportunidades en integración tecnológica y sustentabilidad. Sin embargo, existe una percepción de que el sector podría no ser amigable con el ambiente, aunque esta imagen cambia positivamente cuando se discuten prácticas de bioeconomía y agrobioindustria.
Un hallazgo clave es la asociación de trabajar en el agro con la vida en el campo, un concepto que choca con la preferencia actual por el trabajo remoto. Aunque en el AMBA el sector no es visto frecuentemente como empleador, en provincias interiores su presencia es más fuerte y visible.
El informe concluye que el agro tiene un "gran potencial no explotado" para atraer talento joven, especialmente si se mejora la comunicación sobre la diversidad de roles profesionales y se enfatiza su aspecto innovador y sustentable. Se sugiere una estrategia de comunicación multisectorial y no endogámica, utilizando testimonios de jóvenes en el sector para aumentar la empatía y relevancia del agro entre los universitarios.