Antes de esto, la venta de dichos productos sólo estaba autorizada en Singapur. Hasta ahora, la carne artificial no puede competir con la carne natural debido a los costos de producción muy altos, pero los investigadores están trabajando para reducir el costo de producción.
Según NEW SCIENTIST, los científicos han logrado obtener carne artificial a partir de células que son capaces de producir por sí mismas un factor de crecimiento que hasta ahora debía introducirse en las células desde el exterior. Esta tecnología simplificará la producción de carne artificial y reducirá significativamente su coste.
En el proceso de fabricación de carne artificial, el mayor coste son los factores de crecimiento, sustancias que aseguran la reproducción de las células de las que se obtendrá la materia prima para las pepitas. Algunas de estas sustancias se pudieron sustituir por otras más baratas, pero no había sustituto para el componente principal y más caro de este proceso: el factor de crecimiento de fibroblastos 2 (FGF2).
Los científicos de la Universidad de Tufts han descubierto que las células madre bovinas modificadas pueden expresar la sustancia deseada. En ellos se modificaron los genes responsables de la formación de células del músculo esquelético, en particular de la producción de FGF2, tras lo cual no fue necesario añadir costosos factores de crecimiento.
Los científicos creen que la nueva tecnología funcionará no sólo con la carne de vacuno, sino también con otras carnes. Y su difusión permitirá reducir el impacto ambiental de la ganadería.