Durante la última semana, el norte patagónico y el sur del área pampeana han registrado temperaturas elevadas, las cuales gradualmente se han extendido hacia el centro y el norte del país.
El fenómeno climático ha cobrado un protagonismo creciente, afectando inicialmente al sector patagónico y luego extendiéndose al sur del área pampeana y cuyana, para finalmente avanzar hacia el resto del centro y norte de Argentina. La preocupación no radica solo en los valores de temperatura, sino en la persistencia de estos registros elevados durante varios días consecutivos.
Alerta roja se ha declarado en el centro-oeste del país, abarcando toda la región cuyana, centro y norte de Neuquén, norte de Río Negro y el oeste de La Pampa. Estas áreas han estado experimentando temperaturas extremas, superiores a los 35 ºC, con picos que alcanzan hasta los 40 ºC o 42 ºC.
Además, el sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires también se encuentran bajo alerta roja, con temperaturas muy por encima del promedio durante aproximadamente 7 días. Este nivel de alerta indica que la peligrosidad del fenómeno afecta a toda la población, sin distinción de edad o estado de salud, por lo que se recomienda seguir los consejos médicos ante estas condiciones extremas.
Se prevé que estas características extremas se extiendan a toda la porción central y al noroeste argentino, y finalmente alcancen al Litoral y noreste del país. Por lo tanto, casi todo el país se encuentra bajo alerta por altas temperaturas, aunque en diferentes niveles, principalmente debido a la persistencia que han tenido en distintas zonas de Argentina.
Los registros térmicos, significativamente elevados, se mantendrán así durante el resto de la semana y la siguiente, con temperaturas muy superiores a los promedios. Sin embargo, se anticipa un cambio gradual en el patrón de temperaturas con un posible alivio para las zonas más afectadas hacia mediados de la próxima semana.
Las precipitaciones, por otro lado, se mantendrán ausentes durante los próximos días, y solo se esperan algunos fenómenos aislados provocados por la convección generada por las altas temperaturas. Un cambio significativo en las condiciones climáticas, incluyendo una bajada de temperaturas y el desarrollo de lluvias generalizadas, no se espera sino hasta la mitad de la próxima semana, cuando se prevé que el centro de alta presión pierda fuerza y permita el avance de sistemas frontales y la rotación del viento al sector sur.