El mercado de granos tuvo un fuerte impacto la semana pasada con la noticia de que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según siglas en ingles) de EE.UU. recomiende a la Casa Blanca que reduzca los mandatos de mezcla de biocombustibles de la nación por debajo de los niveles de 2020.
La decisión del organismo es muy esperada por el mercado dado la demora en la definición para uso durante el 2021.
La EPA busca alinear los mandatos con los niveles de producción reales, que se han desplomado durante el coronavirus. Los mandatos determinan la cantidad de biocombustibles que las refinerías de petróleo deben mezclar en su mezcla de combustibles.
Según el Estándar de Combustibles Renovables de EE. UU., las refinerías de petróleo deben mezclar miles de millones de galones de biocombustibles en la mezcla de combustibles, o comprar créditos negociables, conocidos como RIN, de aquellos que lo hacen.
Hubo muchos grupos de lobby de la industria del petróleo que impulsan desde hace varios meses una definición de la EPA para una menor mezcla.
Hace algunas semanas atrás la Corte Suprema de EE.UU. se expidió para que las pequeñas refinerías no tuvieran que cumplir con el corte obligatorio.
En cambio del mandato de mezcla de biocombustibles impactaría en la demanda de maíz y la soja, productos que se utilizan como insumos para la obtención de etanol y biodiesel que se utilizan como principal fuentes para la mezcla con gasolina y diesel en EE.UU.
En el caso del maíz, el consumo de etanol representa el 35,2% de la producción en los últimos años, con suba en los dos últimos años pero todavía debajo del máximo reportado en la campaña 17/18.
En el gráfico a continuación de muestra la evolución de las toneladas de maíz destinada a la producción de etanol en EE.UU.
Fuente: BCR News