Aprovechada desde la época precolombina en casi toda América, la tuna o nopal (Opuntia ficus indica) es más conocida por la utilidad de sus sabrosos frutos.
Sin embargo, las pencas, hojas o paletas de esta cactácea son también ricas en fibra, calcio y vitaminas A, B y C y otras sustancias con extraordinarias propiedades terapéuticas, ya comprobadas científicamente, sobre todo en México. Veamos las principales:
Antioxidante:El mucílago de las pencas de la tuna inhibe la producción de los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro del organismo humano.
Analgésico y antiinflamatorio:El mismo mucilago tiene similar efecto que el ácido acetilsalicílico (componente principal de la aspirina), por lo cual está indicado para tratar cuadros de artritis, desinflamar la próstata y el hígado, y regenerar los tejidos de este último órgano.
Depurativo y diurético:Esa misma sustancia limpia los filtros renales, además de promover la eliminación de toxinas, como el ácido úrico.
Antidiabetes y colesterol:Las saponinas y el mucílago que contienen las pencas de la tuna inducen a que el organismo adquiera mayor sensibilidad ante la insulina, para estabilizar y regular el nivel de azúcar en la sangre.
Asimismo, el consumo de este producto antes de cada comida, durante 10 días, ayuda a reducir o eliminar el exceso de colesterol negativo y triglicéridos en la sangre, para que no se acumulen en las venas y arterias.
El consumo regular de la penca en ayunas sirve para combatir a la gastritis. Además, la abundante fibra que posee favorece a la digestión e incluso a la renovación de la flora intestinal.
Cicatrizante:El mucílago de esta cactácea, aplicado como emplasto, regenera a las células de la piel, favoreciendo a la cicatrización de heridas.
¿CÓMO PREPARAR LA PENCA PARA EXTRAER SU MUCÍLAGO?
La empresa Nopal Ítalo de Huarochirí, Lima, gerenciada por la Sra. Ivone Angeles Vargas, procesa, envasa y expende dicho producto.
Ella nos facilitó la fórmula de la preparación casera: lavar un trozo de la penca, quitarle la cáscara y cortar la pulpa en pequeños cuadrados, para luego llenarlos en una jarra de vidrio o cerámica y agregarle agua hervida tibia. Dejar el producto -como mínimo- una hora, para que suelte al mucílago. Beber el resultado antes de cada comida.
Otra alternativa es consumir las pencas tiernas lavadas, descascaradas y picadas, como ensalada, cruda o ligeramente sancochada.
Todos los beneficios
1- Combatir el Estreñimiento: La tuna es rica en fibras que ayudan a mejorar el tránsito intestinal, siendo efectiva para personas con estreñimiento.
2- Favorecer la Pérdida de Peso: Debido a su bajo aporte calórico y alto contenido de fibra, la tuna aumenta la sensación de saciedad y puede contribuir a la pérdida de peso en una dieta saludable.
3- Salud del Corazón: La fruta es rica en antioxidantes y fibras que reducen el colesterol "LDL" y previenen enfermedades cardíacas. También aporta minerales como potasio, calcio y magnesio que ayudan a bajar la presión arterial.
4- Fortalecimiento del Sistema Inmune: Contiene vitaminas C y A, que estimulan las células de defensa del organismo y mejoran la función inmune.
5- Prevención de Úlceras Gástricas: Ayuda a reducir la producción de ácido gástrico, previniendo úlceras y aliviando el malestar en quienes ya las padecen.
6- Regulación del Azúcar en Sangre: Especialmente la tuna roja, rica en betalaína, ayuda a disminuir el azúcar en la sangre y regular su nivel debido a su alto contenido de fibras.
7- Aporte de Antioxidantes: La fruta contiene antioxidantes como compuestos fenólicos, flavonoides, betalaínas y betaxantinas, que protegen contra el daño celular, envejecimiento prematuro y enfermedades como cáncer y diabetes.
La tuna también posee propiedades antiinflamatorias, digestivas, antidiabéticas, anticancerígenas, inmunoestimulantes, hipocolesterolémicas, antihipertensivas y antiobesidad. Su piel se está estudiando para suplementos nutricionales por sus potenciales propiedades.
En términos nutricionales, 100 g de tuna proporcionan 44 kcal, 0,84 g de proteína, 10,24 g de carbohidratos, 4,65 g de fibras, y varias vitaminas y minerales. Para obtener sus beneficios, se recomienda incorporarla en una dieta saludable y equilibrada.
La tuna puede consumirse fresca, en jugos, aguas frescas, mermeladas, postres y almíbares. Se sugiere una porción de dos unidades por comida, dentro de la recomendación diaria general de 2 a 3 porciones de frutas.
El artículo incluye recetas saludables con tuna, como un jugo de tuna y un dulce de tuna con miel.