"Habrá nuevas subas en la cría y bajas en los sistemas de recría y terminación de animales livianos, respecto al año productivo cerrado en marzo. La recría previa al feedlot tampoco traerá beneficios contundentes como para inducir cambios en el negocio", afirman.
En un año desafiante, con alta inflación en el escenario nacional, marcada suba de precios del maíz e incertidumbre reflejada en aumentos disímiles entre invernada y gordo, el estudio Elizalde & Riffel analiza cómo impactaron estas variables en el negocio ganadero, dentro de un trabajo realizado en convenio con Phibro Animal Health. Para ello, calcularon los márgenes de la cría, recría-terminación y feedlot en el ejercicio 2020/ 2021 y los compararon con los proyectados para 2021- 2022, considerando que se mantendrán los precios relativos de insumos y productos. Un trabajo para saber dónde estamos y a dónde vamos en la empresa ganadera.
El escenario
Los resultados económicos de las actividades ganaderas en el ejercicio cerrado en marzo último, así como en el proyectado para 2021-2022, están afectados por las variaciones de precios de las distintas categorías de animales y los costos de alimentación, entre otros.
Como se puede observar, la mayoría de los costos directos asociados a sistemas pastoriles tuvieron una suba relativamente baja, mientras que los utilizados por los sistemas más intensivos (grano de maíz y silaje de planta entera), ligados a los precios internacionales, sufrieron los mayores aumentos (109-122%).
Por el lado de la hacienda, mientras el ternero de invernada presentó subas de gran magnitud, a partir de mayo del año pasado, la hacienda terminada (novillitos gordos de 320 kg y novillos 390-430 kg) lo hizo en forma moderada. Sin embargo, en ambos casos estos incrementos fueron superiores al dólar oficial, la inflación y la tasa de interés anual de un plazo fijo bancario.
Estos cambios tuvieron un impacto más o menos significativo según el tipo de actividad y el grado de intensificación, por lo tanto, se analizaron en distintos sistemas de cría, recría- terminación y feedlot pampeanos.
Los modelos
Para la cría se consideró un planteo con una carga de 0,7 EV/ha, un porcentaje de destete del 80%, en marzo-abril, con venta del ternero excepto la reposición. Se lleva a cabo en campos bajos de la Cuenca del Salado, pero con algún grado de mejora en base a promociones de raigrás.
En cuanto a la recría y terminación, se tomó un modelo de campo bajo mejorado con promociones de raigrás y verdeos de invierno, y engorde a corral. También, otros dos planteos en campo de loma: uno, con recría sobre pasturas de alfalfa hasta los 320 kg y otro con recría a corral, a base de silo de maíz, hasta los 300 kg. Todos los modelos agregan posteriormente 100 kg en el corral de terminación.
Con respecto al feedlot, se analizaron dos alternativas sin recría previa. Ambas compran terneros de 180 kg y los venden con 320 kg, en un caso engordando con maíz propio y en el otro con maíz comprado, a valor precio pizarra Rosario. La dieta de engorde incluye 70% de grano maíz en ambos casos.
Los resultados
Con los cambios de precios descriptos más arriba, se calcularon los márgenes de los diferentes modelos realizados en campo propio y alquilado, durante el ejercicio 2020-2021 y las proyecciones para el 2021-2022. En cuanto al feedlot, el margen es el mismo en ambos casos, dado que el maíz se valora al costo de oportunidad o se compra.
Si comparamos los resultados proyectados para el nuevo ejercicio (2021-2022) versus el último ejercicio cerrado (2020- 2021) se observa una mejora en la cría y una importante disminución en todas las actividades de recría y terminación, respecto del año anterior. Recordemos que los márgenes de la cría ya habían aumentado en marzo 2020 vs marzo 2019, mientras se producía una caída en los de recría y terminación, fenómeno relacionado a la incertidumbre que llevó a los productores a tomar coberturas y quedar calzados en hacienda.
La cría en campo propio mejorará nuevamente sus resultados en 2021/22 (llegando 217 USD/cab) debido a la suba del ternero, combinada con costos directos (forrajes y personal) que se incrementaron en menor magnitud. A su vez, esta actividad, a diferencia de años anteriores, podrá pagar el costo de renta de la tierra y generar un resultado positivo (USD 37/cab) en campo alquilado.
En tanto, los planteos de recría-terminación y feedlot serán los más afectados en el próximo ciclo tal como ocurrió en el año productivo cerrado en marzo. Esto se debe a que el precio de la hacienda gorda aumentó menos respecto del ternero de invernada y del grano y silaje de planta entera. Por eso, los modelos más perjudicados son los que recrían a corral y el feedlot puro, y en menor medida los que recrían con promociones o pasturas.
Aquellos planteos que alquilan un campo para cría y lo pueden transformar en uno de recría (mediante promociones de raigrás o pasturas), y finalmente terminan a corral, logran resultados económicos discretos. En contraposición, en los campos con aptitud agrícola donde se puede realizar una recría en pasturas de alfalfa o con silo de maíz (planteos con mayor carga/ha), los resultados son muy ajustados cuando se considera el costo de oportunidad de la tierra.
Por último, los sistemas de feedlot puro presentarán un nuevo retroceso y serán los más perjudicados en el próximo ciclo, presentando quebrantos de gran magnitud. A su vez, la recría previa, que se proclama como solución al engorde a corral puro de animales livianos, si bien arrojará resultados positivos, estos no son tan contundentes como para inducir un cambio en el modelo de negocio, al menos bajo estas condiciones de precios.
Otro factor a considerar en los resultados proyectados de la recría-terminación, es que al momento de la venta puede ocurrir una revaloración de las categorías vendidas (sobre todo en los modelos de recría más largos) que hacen que el margen realizado mejore respecto del proyectado inicialmente. Esto viene sucediendo durante los últimos años, ya que el precio de la hacienda gorda sube más que el tipo de cambio, abriendo mejores posibilidades para los planteos que terminan con pesos mayores.
Para tener en cuenta
Los mayores aumentos registrados en el precio de la hacienda de invernada respecto de la destinada a faena y una suba moderada (pasto) a alta (grano y silaje) en los costos de alimentación, afectan a todos los planteos ganaderos de recría y/o terminación. Cuanto más intensivo es el planteo ganadero, mayor es el impacto negativo sobre el margen bruto. En contraposición, el margen de la cría subirá un nuevo escalón en 2021/2022 respecto del ciclo anterior, lo cual podría impulsar la tan ansiada mejora de los indicadores de eficiencia con beneficios para toda la ganadería.
Por: Ing. Agr. Juan C. Elizalde, Ph.D.
Ing. Agr., M. Sci. Sebastian L. Riffel
Redes: @elizalderiffel
Trabajo realizado en el marco de un convenio con Phibro Animal Health