En los países desarrollados, los vehículos ecológicos les están disputando el terreno a los autos con motorización convencional. En Noruega, por ejemplo, más del 50% de las ventas de 0 km, en 2020, fueron coches eléctricos. En la Argentina, esa tecnología es todavía incipiente. Sin embargo, poco a poco, comienzan a marcar una tenue presencia en el mercado local.
Ayer ADEFA, la asociación que agrupa a las terminales radicadas en el país, informó que en el primer trimestre, los patentamientos de autos eléctricos o híbridos crecieron 187% respecto a igual período del año pasado. En estos primeros tres meses del 2021, se comercializaron 1.491 0 km de este tipo.
Un informe del Sistema de Información Online del mercado automotor (SIOMMA), al que tuvo acceso Ámbito, revela cuáles fueron los modelos vendidos y qué marca lidera este segmento del mercado.
El ranking de operaciones está liderado por el Toyota Corolla híbrido que llega de Brasil, con 1.195 unidades. El segundo lugar lo ocupa el Ford Kuga, también híbrido. Con esa penetración del Corolla, Toyota es la marca que más importó en este primer trimestre, con un 80% de participación. Además de ese modelo, comercializa también el UV RAV4, el C-HR y todos los vehículos de su marca de lujo Lexus.
Además de estos vehículos híbridos, al que se suma el Ford Mondeo, hay una serie de autos eléctricos que tienen una participación incipiente, como el Nissan Leaf o el utilitario Kangoo.
Los autos híbridos y eléctricos que se importan de países fuera del Mercosur gozan de un beneficio arancelario que los exime de pagar el arancel externo de 35% que deben abonar los vehículos clásicos. En cambio, los importados de esta tecnología pagan sólo 5%, en el caso de los híbridos, y 2% para los eléctricos. Esto rige para las automotrices radicadas en el país ya que los distribuidores de marcas sin presencia industrial en la Argentina deben tributar el 35% de impuesto aduanero. Hasta la llegada de este Gobierno, la medida beneficiaba a todas las empresas pero desde el año pasado se limitó, únicamente, a las asociadas a ADEFA. La importación está restringida sobre la base de un cupo que fija el Gobierno y todos los años se va renovando.
Esta claro que, en la Argentina, la apuesta de las automotrices es para los modelos híbridos, que son los que tienen un motor convencional y otro eléctrico. Este último funciona cuando el vehículo circula a bajas velocidades, por ejemplo, en el ámbito urbano. Después entra en marcha el motor a propulsión. Obviamente, el consumo no es tan bajo como los autos 100% eléctricos, que son los más buscados en ciudades europeas. La autonomía de estos coches ronda los 400 kilómetros.
En la Argentina, con un territorio tan amplio, no son una alternativa atractiva. La falta de infraestructura hace que se limite para su uso en ciudad. No hay redes de cargadores a lo largo del país, lo que desalienta su uso. Por ese motivo, los híbridos ofrecen una opción más conveniente. En otros países de la región, como Chile, la oferta de cargadores públicos es más amplia. De todas maneras, los eléctricos pueden ser recargados en un tomacorriente de uso domiciliario. En cuanto a las posibilidades de producción de estos vehículos en la Argentina, por el momento, son limitadas. Salvo empresas que producen modelos eléctricos, en baja escala, las grandes automotrices no tienen planes de hacerlo por el momento. Distinto es el caso de la motorización híbrida. Toyota planea, para el 2023, iniciar la fabricación de la pickup Hilux híbrida en la planta bonaerense de Zárate. Otro dato interesante es el reciente anuncio del Grupo BMW de invertir más de u$s300 millones, en Catamarca, para la extracción de litio, mineral que se utiliza en la fabricación de baterías para autos eléctricos.