El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), por medio de su departamento de Fiscalización, realiza continuos controles en todos los eslabones de producción y elaboración del producto; como así también efectúa la toma de muestras de los paquetes en góndolas.
"La intención es colaborar para que toda la cadena yerbatera sea beneficiada y encontrar soluciones a los problemas que tenemos desde hace tiempo", destacó Marcelo Hacklander, uno de los tres representantes que tiene el sector productivo en el directorio del INYM.
Dirigente agrario de la zona de Jardín América, Hacklander forma parte de los nuevos directores que asumieron en junio pasado y que comenzaron a acompañar la tarea de los inspectores, ya sea en las chacras, en los caminos o en los secaderos y molinos. El objetivo: acercar las herramientas que dispone el INYM a las necesidades del sector yerbatero. "La intención de estas visitas que hacemos los integrantes del Directorio es para que nos conozcan y vean que no somos un ente puramente de recaudación, sino que estamos a disposición para brindar asesoramiento y ayudar a mejorar las condiciones", explicó luego de recorrer las instalaciones de un secadero en la localidad de 9 de Julio.
Preservar la calidad de la materia prima y la inocuidad de los paquetes que llegan a las góndolas también es prioridad al momento de planificar las fiscalizaciones y las tomas de muestras; más aún en el actual contexto de pandemia donde el mensaje de tranquilidad a los consumidores es fundamental. "El objetivo es ayudar a que el producto yerba mate llegue en buenas condiciones al consumidor. En este establecimiento - añadió - estamos viendo cómo se aplican las Buenas Prácticas de Manufactura y las medidas que se dispusieron a raíz de la pandemia".