De cada $100 de renta (ingresos menos costos) que logró en promedio una hectárea de campo en la región agrícola núcleo de Argentina, 68,30 pesos fueron al Estado en forma de impuestos nacionales, provinciales y municipales. El dato es del informe trimestral de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.
Fada precisó que el promedio ponderado de la injerencia del Estado en los 4 principales cultivos fue de 69,7% en el caso de la soja; de 65,4% en el maíz; de 67,8% en trigo y de 59% en el girasol.
El Índice Fada también se hace de manera desagregada para las provincias de Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, San Luis y Santa Fe y a partir de este mes también en Entre Ríos, por iniciativa y gracias a la colaboración del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) y la Federación Agraria Entre Ríos.
Estos indicadores mensuales muestran que Córdoba registra 67,8% de incidencia en la renta agropecuaria; Buenos Aires 66,8%, Santa Fe 63,4%, La Pampa 71%, Entre Ríos 73,4% y San Luis 68,3%.
Cepo cambiario
Entre otras ponderaciones, Fada midió que las restricciones impuestas al acceso al tipo de cambio oficial, más conocido como cepo cambiario, han generado una importante brecha cambiaria, con un tipo de cambio oficial de $69,67 un dólar bolsa de alrededor de $107 y un blue de $125.
Desde el regreso del cepo hay temores en la cadena agrícola de que la brecha se traslade a incrementos de los costos de los insumos, como sucedió en el cepo que operó entre 2012 y 2015.
Para el economista jefe de Fada, David Miazzo, "la diferencia con ese cepo es que no sólo era cambiario, sino que también era importador, es decir, no sólo se dificultaba el acceso al tipo de cambio para dolarización de ahorros, sino que se restringía el acceso a dólares para importación, acompañado de licencias no automáticas para los productos importados. Esto generaba escasez y encarecimiento de bienes importados. Al campo, en particular, lo afectó con una suba de los costos de los insumos".
Hasta el momento, los insumos del campo se comercializan a tipo de cambio oficial y no se han evidenciado subas generalizadas de precios. Esta situación podría verse alterada si el cepo cambiario va mutando en un cepo importador que haga escasear y encarezca de manera generalizada las importaciones. "Una negociación exitosa de la deuda, un tipo de cambio que no se atrase y una política monetaria y fiscal responsables, son las condiciones para que no se endurezcan las restricciones de acceso al tipo de cambio oficial y las importaciones", explicó Miazzo.
Conformación de los impuestos
La participación del Estado está compuesta por impuestos nacionales, provinciales y municipales. Los impuestos nacionales no coparticipables representan el 67,4% del total de impuestos, y son principalmente los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
Los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, representan el 26,6% de los impuestos medidos. Acá tenemos principalmente el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y el IVA.
Las provincias reciben parte de este 26,6% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos. En el Índice FADA nacional se consideran el impuesto inmobiliario rural y el impuesto a los ingresos brutos, con una alícuota reducida, ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, cobran este impuesto. Así, los impuestos provinciales explican el 5,3% de los impuestos totales.
respecto a los impuestos municipales representan el 0,8% de los impuestos en el Índice FADA promedio nacional. En provincias que cobran estos impuestos, la participación es mayor. El componente central de estos impuestos municipales son las tasas viales.
Con respecto a junio de 2019, los impuestos nacionales no coparticipables incrementaron su participación, pasando del 56,6% al 67,4%, mientras que todo el resto disminuyó. Este cambio es resultado del incremento de los derechos de exportación, no coparticipables, que al mismo tiempo reduce un impuesto coparticipable como es el impuesto a las ganancias.
"Estos cambios, significan una reducción del federalismo por tres vías. La primera, es que se incrementan los recursos no coparticipables en manos de Nación; la segunda, es que se reducen los recursos coparticipables por reducción del impuesto a las ganancias; la tercera, es vía los recursos que salen de las regiones productivas en el marco de la suba de derechos de exportación", explicó Miazzo.