Fue a mediados de enero pasado, a poco más de un mes de que la empresa Vicentin se declarara el 4 de diciembre en cesación de pagos, cuando la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) decidió poner en marcha un salvataje para las cooperativas que tenían acreencias por la agroexportadora.
En una reunión celebrada en Rosario, la gerencia de ACA comunicó a los representantes de 60 cooperativas de todo el país -varias de la provincia de Córdoba- que la asociación se haría cargo de la deuda que mantenían con Vicentin por el no pago de la venta de granos.
La decisión fue adoptada antes de que la empresa con problemas financieros se presentará en convocatoria de acreedores y de que el Gobierno anunciará su decisión de intervenirla camino a su expropiación.
Determinación
En el negocio de la comercialización de granos granos, la operatoria tiene dos formas definidas: una, cuando el productor entrega su producción a un agroexportador al precio disponible y cobra en un plazo que no va más allá de los ocho días; la otra, cuando entrega un volumen determinado con precio a fijar en un determinado plazo.
Ambas transacciones tienen una figura que hace de intermediario entre el comprador y el vendedor: la del corredor de granos que se encarga de liquidar la operación y efectuar los pagos.
En el caso de las cooperativas adheridas a ACA y que le vendieron granos a Vicentin con precio a fijar, el corredor fue precisamente la asociación. Se estima que bajo esas condiciones había 200.000 toneladas, a las cuales se les podría haber puerto precio hasta el mes de mayo.
Si bien ACA por ley no tenía la obligación de garantizar las operaciones con entrega de los granos con precio a fijar, en una decisión estratégica y para llevar tranquilidad a sus productores asociados resolvió hacerse cargo de las deudas de las cooperativas que estuvieran certificadas.
Subrogación
La ayuda consistió en el préstamo a tres años de plazo a tasa cero por el monto que Vicentin dejó de pagarle a cada una de las cooperativas, a cambio de la subrogación de la deuda a favor de ACA. Así, la entidad de segundo grado sería la encargada de negociar la acreencia que se estima en alrededor de 80 millones de dólares.
De esta manera, ACA había saneado la deuda de sus cooperativas y llevado tranquilidad a los productores que habían confiado en ella para el comercio de sus granos.
A partir de ese momento, en cada asamblea anual que realizaron las cooperativas adheridas, un representante de ACA se encargó de dar a conocer los alcances del salvataje.
Mientras aguarda qué va a pasar con el futuro de Vicentin, ahora en manos de una intervención estatal, ACA hizo pública su posición en contra de la expropiación que impulsan desde el Gobierno y aseguró que está dispuesta a participar en la recuperación de la empresa.
Por Alejandro Rollán