La Organización de las Naciones Unidas denunció que las 1.000 millones de personas con discapacidad que hay en el mundo son las más afectadas por la pandemia del coronavirus, pidió a los gobiernos medidas para llevar a cabo una respuesta "inclusiva para todo el mundo".
En el mismo planteo, la ONU puso a la Argentina como ejemplo por haber exceptuado de la cuarentena a quienes las asisten.
"La gente con discapacidades tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza, y sufren tasas mayores de violencia, abandono y abuso", dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, con motivo del lanzamiento del informe "Respuesta inclusiva de discapacidad al Covid-19".
"La pandemia está intensificando estas desigualdades y produciendo nuevas amenazas", agregó anoche el titular de la ONU en un mensaje audiovisual.
Guterres subrayó que las personas con discapacidades están entre los más afectados por la enfermedad, y que, además, se enfrentan a una falta de acceso a sanidad pública y a importantes barreras para implementar medidas de higiene básica.
En concreto, el informe lanzado por Guterres apunta que el 15 % de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad, y señala que, de ellos, el 80 % reside en países en desarrollo.
Revela además que el 46 % de las personas por encima de 60 años están en esta situación, y que una de cada cinco mujeres probablemente lo estarán en algún momento de su vida.
En la lista de recomendaciones que la ONU da a los países para ayudar a las personas con discapacidad, el organismo pide "expandir el apoyo comunitario", y pone como ejemplo a países como la Argentina, Perú y España.
"Las personas que dan apoyo a personas con discapacidad están exentas de las restricciones de movimiento y distanciamiento físico", subraya Naciones Unidas sobre estas naciones.
Como evidencia de la precaria situación que viven los discapacitados en esta pandemia, Guterres apuntó que el número de fallecimientos en residencias de ancianos representa desde un 19 % de las muertes en algunos países, hasta un "increíble" 72 % en otras naciones.
"En algunos países las decisiones del racionamiento de la sanidad están basadas en criterios discriminatorios como la edad o la suposición sobre la calidad o el valor de una vida basándose en una discapacidad. No podemos permitir que esto continúe", instó el diplomático portugués.
"Debemos garantizar la igualdad de derechos de la gente con discapacidades de acceso a cuidados sanitarios y procedimientos que les salven la vida", agregó.
Subrayó, también, el mayor riesgo de violencia doméstica a la que se enfrentan las mujeres y niñas discapacitadas durante la epidemia.
"Urjo a los Gobiernos a que las personas con discapacidades estén en el centro de la respuesta a la Covid-19 y en los esfuerzos de recuperación, y a consultar y comunicarse" con ellos, pidió Guterres.
"Cuando aseguramos los derechos de las personas con discapacidades, estamos invirtiendo en un futuro común", insistió después de recordar que el año pasado la ONU lanzó su estrategia de inclusión de discapacidades.