Mientras el procesamiento total subió 6% interanual, la participación de las hembras fue del 46,2%, la más baja en 19 meses. De no mediar modificaciones imprevistas en la política hacia el sector, 2020 completará una faena un poco mayor que la del año pasado, sin que signifique cambios de fase del ciclo ganadero.
Marzo fue el tercer mes consecutivo con menor faena interanual de hembras, lo que ha mitigado el aumento del total, dado el mayor número de machos que se han destinado a las plantas.
En el tercer mes del año, se faenaron 1,1 millones de cabezas, 7% más que en febrero y 6% más que hace un año.
Si se ajusta por día hábil, la comparación con febrero baja a +1%. En ambos marzos, el número de días hábiles fue igual.
La participación de hembras fue de 46,2%, casi un punto menos que en febrero y tres puntos menos que en marzo de 2019.
Si bien en marzo levantó un poco la faena de ambos sexos, se puede afirmar que continúa la tendencia invertida en ambas categorías.
La última vez en que la tendencia trimestral pasó de positiva a negativa, como ahora, fue en octubre de 2014, cinco años y medio atrás.
Esta diversidad en la oferta de machos y hembras ha hecho que la total venga creciendo, pero muy moderadamente. Desde julio de 2019, cuando la faena de 12 meses mostró igualdad con la de un año antes, ha venido aumentando, a razón de medio punto por mes, para llegar al +4% actual.
Participación de hembras
El 46,2% anotado en marzo es el nivel más bajo desde septiembre de 2018 (19 meses), con la excepción del 46% de octubre 2019.
El 46,6% del trimestre terminado ahora es el más bajo desde el finalizado en octubre de 2018, o un año y medio atrás, sin contar con los guarismos de octubre y noviembre últimos que tuvieron una décima menos.
Si tomamos el promedio de los últimos doce meses, de 48,1%, es el menor de los últimos nueve meses.
Se puede afirmar que hemos dejado atrás las participaciones superiores al 50%, anotadas entre abril y junio últimos, y que despertaron tantas advertencias acerca del ingreso en una fase de liquidación, que se demostró inexistente.
Conclusiones
Seguimos pensando que, de no mediar cambios imprevistos en la política hacia el sector, 2020 completará una faena un poco mayor que la del año pasado, sin que esto pueda ser asociado al cambio de fase del ciclo ganadero.
Simplemente se tratará de ajustes menores en las existencias, en un marco de muy alta inflación y distorsiones en las variables macroeconómicas.