La leche de cabra, a diferencia de otros lácteos, es un alimento muy saludable para el ser humano. Por su menor tenor graso, es de fácil digestión, previene la anemia y la desmineralización ósea, consideran los expertos.
Luego de la leche materna, va segunda en calidad. Según este trabajo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) "la grasa láctea caprina aporta mayor cantidad de ácidos grasos de cadena corta y media que son más fáciles de asimilar por el organismo que los de cadena larga".
Asimismo, el estudio del INTA informa que en la leche de cabra sus glóbulos grasos son más pequeños, mejorando la digestibilidad. En definitiva estas características de la grasa caprina, demandan menor trabajo por parte del sistema digestivo.
Por su parte, Lázaro Llorens, responsable ejecutivo de Siete Cabritos, empresa dedicada a la actividad láctea que elaboración de quesos y otros productos lácteos de cabra, sostiene que estos quesos son de lo más saludables.
"Es considerada mundialmente como el mejor lácteo sustituto de la leche materna. Su consumo es recomendado a niños y ancianos, y principalmente a todas aquellas personas que tienen alergia o intolerancia a otros tipos de leche", sostiene Llorens.
Llorens sostiene que el procedimiento que se inicia con la siembra de la pastura hasta el ordeñe de la cabra, garantiza una leche fresca y de calidad. Sus productos lácteos son fabricados íntegramente en los campos de la Provincia de Buenos Aires.
"La leche de cabra -histórico compañero del hombre- a diferencia de otros lácteos, es un alimento muy saludable para el ser humano, sobre todo porque permite una mejora de la digestión", resalta.