El trigo obtenido en la zona de influencia del Inta Marcos Juárez, en el sur de Córdoba, logró en promedio un peso hectolítrico de 78,9 kilogramos por hectolitro, un porcentaje de proteína del 10,9 por ciento y un nivel de gluten del 25,7 por ciento.
Los datos mencionados son el promedio obtenido a nivel provincial, según el Cuarto Monitoreo de Calidad de Trigo elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba y por el Inta Marcos Juárez. "La calidad comercial e industrial de la producción 2019/20 en Córdoba, se presentó como buena a muy buena, registrándose valores satisfactorios", destacaron desde la entidad bursátil.
El documento, presentado durante las 47ª Jornadas Trigueras Nacionales realizadas en Leones, resume los resultados alcanzados luego del análisis de 563.402 toneladas tomadas en 17 departamentos: significa una muestra del 12,1 por ciento sobre el total de la cosecha cordobesa estimada en 4,64 millones de toneladas.
Como aspecto general, el reporte concluye en que el grueso de los granos cosechados se posicionó en grado 2; es decir, no se bonificó su precio ni tampoco se lo rebajó. Es la misma calificación que obtuvo la cosecha 2018/19.
La mayoría de los departamentos "estuvieron condicionados por peso hectolítrico (PH); materias extrañas y quebrados y/o chuzos", menciona el informe.
Indicadores
En cuanto al PH, creció levemente respecto a los 78,5 kilos por hectolitro del ciclo anterior. En tanto, el porcentaje de materias extrañas se redujo de 0,33 por ciento a 0,29 por ciento. En granos quebrados y/o chuzos, se detectó una proporción del 0,52 por ciento.
Como factor negativo, el monitoreo advierte una "marcada y evidente disminución" de la proteína: pasó del 12,1 por ciento de la campaña anterior al 10,9 por ciento. Este valor se ubica por debajo de la base de comercialización (11 por ciento), lo que implicaría un ajuste del dos por ciento en el precio.
"Roque Sáenz Peña es el único departamento que elevó el contenido de proteínas (12,2 por ciento). Río Cuarto (12 por ciento) y General Roca (11,4 por ciento) pudieron mantenerlos. En el resto, hubo una caída", describe el informe.
Nutrido
Lo usual, según marcan las reglas agronómicas, es que los estándares de calidad disminuyan a medida que los volúmenes producidos crecen. Solo es posible menguar esta lógica inversamente proporcional con un mayor aporte de nutrientes.
Según el informe de cierre de campaña de trigo de la Bolsa de Cereales, de las 1,63 millones de hectáreas implantadas, 75 por ciento se fertilizó a la siembra (23 por ciento de esta proporción, también en macollaje); un 14 por ciento, sólo en macollaje y un 11 por ciento no registró aplicaciones.
"Además del incremento en el área fertilizada, también aumentó la dosis de elementos aplicados por hectárea", destacó la entidad.
En el caso del nitrógeno, el promedio para Córdoba fue de 56 kilogramos por hectárea, lo que supera por un 3,7 por ciento los 54 kilos del ciclo anterior y por un 12 por ciento a las campañas 2017/18 y 2016/17. Y también creció 58 por ciento la dosis promedio de fósforo, de los 12 kilos de las tres temporadas anteriores a 19 kilos.