De acuerdo a al informe el cultivo de soja es el menos afectado por el actual esquema de derechos de exportación, mientras que el maíz se ubica en un punto intermedio y el sorgo es el más perjudicado.El trabajo mide la rentabilidad en tres escenarios.
Por un lado, toma como base el porcentaje de retenciones antes del 10 de diciembre de 2019, luego el vigente tras la aprobación de la Ley de Solidaridad Social, y finalmente el incremento del 3% en el impuesto. En la actualidad, la soja tributa un 30%, trigo, maíz y girasol un 12% y la carne bovina un 9%.
La principal conclusión del trabajo en relación a los cultivos de gruesa de la presente campaña es que con el nuevo esquema de derecho de exportación la rentabilidad es casi neutra, salvo en el caso del sorgo, que arroja pérdidas en los tres escenarios. "Esto refleja que el negocio agrícola está al límite, dado que las empresas apenas llegan a cubrir los costos productivos y comerciales", señaló el documento. Como base de precios, desde Aacrea proyectaron valores de soja en US$232 por toneladas, de maíz en US$138 por tonelada, sorgo en US$120 por tonelada y girasol en US$240 por tonelada.
El sorgo es la producción mas afectada por el actual esquema de retenciones y su nivel de rentabilidad está por debajo de los costos de indiferencia en los tres niveles de análisis. Este cereal cuenta en la presente campaña con una superficie sembrada de 750.000 hectáreas, según estimaciones privadas. En el segundo puesto de los cultivos más afectados se ubica el maíz, que registraría números rojos si pasara a tributar un 15% y en la presente ciclo cuenta con un área sembrada de 6,3 millones de hectáreas. El girasol oscila en niveles similares y según este análisis, con el actual nivel de retenciones queda empatado, pero si se pasa al incremento de tres puntos presentaría una rentabilidad negativa del 2,1%.
En el caso de soja y si bien en todos los niveles los promedios arrojan valores positivos, desde Aacrea advirtieron que " el margen del negocio es estrecho".
Como factores a tener en cuenta, señalaron que este impuesto se aplica sobre un precio de la oleaginosa en "valores históricamente bajos" y ante desafíos de malezas, insectos y enfermedades y una presión tributaria que pone "presión en la ecuación del negocio".
Tras las recientes lluvias en las principales regiones productivas, los cultivos de gruesa recibieron un alivio considerable. De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en el caso de soja, la entidad bursátil aclaró que el 96 % de la soja total mantiene una condición hídrica entre adecuada y optima y una muy buena condición de cultivo.
Por el lado del maíz, mejoran las reservas de agua en los lotes tanto de implantación temprana como tardía, mientras que en girasol se mantienen las proyecciones de cosecha de 3,2 millones de toneladas, en base a un rinde promedio de 2.110 kilos por hectárea y una superficie cosechada que supera las 500.000 hectáreas sobre una superficie sembrada de 1,6 millones de hectáreas.
Por Andrés Lobato