Se trata de un interrogante de vital importancia, que tomó relevancia particularmente tras las denuncias de fumigaciones de vecinos y vecinas de distintas localidades, y tras la prohibición que dispuso la Secretaría de Ambiente en todo el territorio pampeano hasta que «estén dadas las condiciones que garanticen los estándares de seguridad que exige la Ley». La medida se tomó a partir del incumplimiento por parte de la Fundación Campo Limpio, quien no culminó a tiempo la construcción de los tres Centros de Acopio Transitorios (CAT) de los envases y el sistema de trazabilidad de los bidones.
Incluso, las páginas web de actores centrales, como la Cámara de Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), tampoco aportan demasiadas precisiones debido a que si bien tiene datos actualizados, las estadísticas hablan de la totalidad del país, sin diferenciar las zonas de aplicación y los productos utilizados.
Por otra parte, las cifras más actualizadas que se pueden encontrar corresponden únicamente al consumo de fertilizantes durante la campaña 2015/16 y son de la Asociación Civil Fertilizar, donde discrimina la cantidad utilizada en la provincia solo para el cultivo de trigo, cebada, soja, maíz, girasol y sorgo.
Más de 134 mil toneladas.
Según el informe de la entidad, en la provincia de La Pampa durante la campaña de esos años se aplicaron más de 134 mil toneladas de fertilizantes, sobre un área sembrada de dos millones de hectáreas.
Las estadísticas señalan que en el caso del Trigo se utilizaron 26.258 toneladas de fertilizantes, mientras que para el maíz se utilizaron 62.781. Con respecto a la cebada, se aplicaron 11.744 toneladas y 9.949 se utilizaron para el sorgo.
Por otro lado, durante la campaña se aplicaron 12.178 toneladas para el girasol, mientras que para la soja se fertilizó con 11.920.
Es preciso destacar que las estadísticas de Fertilizar hacen alusión únicamente a la aplicación de fertilizantes, por lo que no se tiene en cuenta a los agroquímicos plaguicidas (insecticidas, funguicidas, bactericidas, antibióticos, herbicidas, entre otros).
¿Qué pasa con los datos?
Las razones por las cuales no se cuenta con estadísticas claras y actualizadas en la provincia de La Pampa varían según los sectores consultados. Fuentes allegadas a las agronomías y cooperativas agropecuaria remarcaron que «no tenemos estadísticas» porque las empresas son muy «celosas» con los datos que aportan relacionados a la cantidad que se utiliza.
Por otro lado, fuentes de Casa de Gobierno señalaron que «no existen» y que no se tiene cuantificada la cantidad de agroquímicos utilizada porque «justamente no existe un sistema de trazabilidad» para los envases.
«Eso es lo que está cuestionando la disposición de Ambiente. Al no existir ese sistema tampoco tenemos referencia de lo que entra desde afuera y por eso es que no tenemos cantidad», indicaron.
La nueva ley.
Sin embargo, las fuentes gubernamentales consultadas por este diario señalaron que el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados pretende revertir la falta de datos concretos sobre la utilización de agroquímicos.
Esto se debe a que el texto de la normativa establece un Sistema de Gestión Integral de Envases Vacíos de Plaguicidas de uso rural y urbano, que no sean de venta libre. Allí, establece la «gestión diferenciada de los envases vacíos que contuvieron productos plaguicidas en La Pampa».
A su vez, dentro de las obligaciones, dispone que los envases se deberán «identificar y clasificar individualmente» para garantizar la correcta información y el sistema de trazabilidad. Por otra parte, la normativa señala que los comercializadores de productos fitosanitarios deberán brindar a la autoridad de aplicación «los datos de los productores agropecuarios, usuarios y/o aplicadores a los que les comercializa envases con productos plaguicidas».
Con este nuevo sistema de trazabilidad, se espera poder suplir la falta de información sobre qué productos y qué cantidad se aplican dentro del territorio pampeano.
Proponen transición
Ante el envío del proyecto de ley de Agroquímicos, el Colectivo «La Pampa libre de Agrotóxicos» le ratificó su pedido a Ziliotto para que se prohíba el uso del «agrotóxico conocido como Glifosato» y consideraron el contexto como una «muy buena oportunidad» para avanzar en acuerdos con «una ley que contemple a futuro un nuevo modelo productivo en la agricultura de nuestra provincia».
En ese sentido, indicaron, en la misiva enviada al mandatario, que «la misma debería contener un período de transición (podría ser hasta el año 2022), para pasar del actual modelo agroindustrial basado en el uso de agrotóxicos -con lo lamentable que resulta a la vista para la salud de todos los pampeanos, contaminante para los animales y el agua-, por otro como lo es la Agroecología basado en una producción de intercambio y proceso natural, con respeto al medio ambiente».
«Estamos convencidos de que esto es posible pues está demostrado en muchos lugares del país», sostuvieron y manifestaron que «la transición como alternativa para la incorporación de los conocimientos y la formación es un compromiso ineludible, que deberá ser asumido por el estado para las nuevas prácticas agropecuarias».
Finalmente, expresaron su deseo de «ser partícipes del debate de la elaboración de la nueva ley en los ámbitos en que este se dé».
Quejas de la Sociedad Rural
Desde la Sociedad Rural Argentina salieron a cuestionar la decisión adoptada por el Poder Ejecutivo Provincial con respecto a los agroquímicos. El encargado de levantar la voz y expresar sus quejas fue el presidente de la organización, Daniel Pelegrina, quien rechazó la decisión del gobierno de La Pampa de prohibir la comercialización en la provincia por un reclamo de falta de cumplimiento en la construcción de depósitos de tratamiento de envases de estos productos.
Este tipo de medidas no tienen ningún asidero científico y nos retrotraen en decenas de años, dijo el ruralista durante un discurso en la Exposición Rural de Comodoro Rivadavia, en Chubut, y expresó que llama la atención la paradoja que encierra la medida: por un lado se pretende combatir el hambre en la Argentina y por el otro nos sacan herramientas para producir más eficientemente.
Sobre la cuestión de la aplicación de agroquímicos, el presidente de la SRA sostuvo, según consignó La Nación, que los principales interesados en producir en forma sustentable somos los productores, que vivimos en campo junto a nuestras familias.
La Subsecretaría de Medio Ambiente de La Pampa dispuso la prohibición de la comercialización de agroquímicos venta y distribución porque la Fundación Campo Limpio, entidad que encabeza un programa de tratamiento de envases vacíos de fitosanitarios no concluyó la construcción de tres plantas en el territorio provincial. La entidad, integrada por la industria del sector, afirma que las observaciones que reclamaron las autoridades pampeanas no son sustanciales. No obstante, se comprometió a cumplirlas en un plazo de quince días.
La queja de la Sociedad Rural estuvo en sintonía con las entidades de productores agropecuarios de La Pampa, que advirtieron que esta traba en la venta de agroquímicos impide llevar adelante los trabajos de cuidado de los cultivos de la cosecha gruesa soja, girasol y maíz en un momento crítico de la campaña agrícola.
