La draga Gerardus Mercator es la nave de su tipo más grande que ha operado alguna vez en La Argentina. Tiene una longitud 152,9 metros, una capacidad de 18.000 metros cúbicos y su profundidad de dragado puede alcanzar los 112 metros. Este verdadero gigante de la industria portuaria llegó recientemente al país.
Fue traída por Jan de Nul, la empresa familiar de origen Belga, líder en actividades de dragado, portuaria y marítimas. La imponente draga realizará obras de mejora en el Puerto de Bahía Blanca, con el objetivo de asegurar la profundidad de su principal canal de acceso, una vía estratégica clave para la salida de las exportaciones argentinas.
Entre los principales trabajos de la Gerardus Mercator se destaca la realización en Taiwán de una trinchera a unos 100 metros de profundidad para la instalación de un extenso gasoducto submarino. Y antes de su llegada a la Argentina estuvo operando exitosamente en Brasil.
En Bahía Blanca, la vía navegable de acceso a las instalaciones portuarias está conformada por un canal de 97 kilómetros de longitud y 190 metros de ancho de solera. Su profundidad permite la navegación de buques de hasta 45 pies (13,72 metros) de calado. Dicho canal se inicia frente al muelle de elevadores en Ingeniero White (Kilómetro cero) y tiene sobre su margen norte otros puertos como la Base Naval (Kilómetro 20) y Rosales (Kilómetro 25). La draga de Jan de Nul trabajará para asegurar que en ningún lugar del canal principal existan profundidades menores que las estipuladas.
Esta obra es clave para asegurar la operatoria de los puertos locales. Y también tiene un carácter estratégico para el país, ya que garantizará, con una profundidad suficiente, las exportaciones de granos y otros productos, sobre todo cuando la sequía en el norte dificulta la navegación a plena carga de los buques por la hidrovía del Paraná.
Jan de Nul es una empresa familiar de origen belga que es líder mundial en obras de infraestructura marítima y portuaria y cuenta en la Argentina con una flota de seis de dragas equipadas con la más moderna tecnología, que se encuentran actualmente operando en la Hidrovía Paraguay-Paraná. La compañía está presente en más de 150 países en obras de infraestructura marítima, dragado, ingeniería civil y medioambiente.
Cuenta con una facturación anual de u$s3.000 millones y tiene más de 7.000 empleados a nivel mundial. En la Argentina opera hace 25 años y cuenta con 500 profesionales.
En diciembre pasado, la firma informó que su draga Álvar Núñez Cabeza de Vaca había alcanzado el objetivo de contar con una tripulación compuesta en su totalidad por navegantes de nacionalidad argentina. Los tripulantes fueron capacitados en Bélgica.