Durante los últimos años, México produjo alrededor de 27 millones de toneladas de maíz anualmente, de las cuales 91.5% corresponde a maíz de grano blanco, 8% al amarillo y el resto a otros colores, de los cuales el maíz de grano azul es el más importante.
Estos datos responden a un reporte del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Ibifap) de México, que dio a conocer que a coloración azulada característica de este tipo de maíz se da gracias a las antocianinas que son pigmentos que se encuentran en las diferentes capas del grano.
La baja producción de dicho cultivo se debe al uso de semilla de mala calidad, derivada del agricultor, efectúa su tarea de manera empírica sin la aplicación de algún manejo técnico. En consecuencia, se comercializa a un precio 70% más elevado que el maíz blanco.
Esta especie de maíz se cultiva en estados como Campeche, Chiapas, Jalisco, Chihuahua, Guerrero, Puebla y Michoacán, pero uno de los mayores productores es el Estado de México con una producción de 200,000 toneladas anuales.
El consumo de este grano se da principalmente en comunidades y pueblos en forma de elote, tortillas, pinole y atole; sin embrago, al poseer un sabor más dulce que el maíz convencional, cada vez más personas lo prefieren.