La Red de Manejo de Plagas (REM) de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa afirmó que este año el yuyo colorado (Amaranthus spp.) llegó a 20,5 millones de hectáreas, con un crecimiento de 7 millones de hectáreas respecto del anterior informe realizado en 2017, último año en que Aapresid realizó un relevamiento de la expansión de las malezas resistentes y tolerantes a los herbicidas.
Sin embargo, en términos porcentuales, las malezas que expresaron una mayor expansión fueron raigrás (Lolium spp) con un 100 por ciento de aumento y pata de gallina (Eleusine indica) y capín (echicochloa colona) "con más de 80% de crecimiento cada una", según indica el informe.
"La pata de gallina pasó al segundo lugar, con 9 millones de hectáreas y un crecimiento en este período de 4 millones de hectáreas", añade. Casi en la misma superficie se ubican las chorideas, "pero su crecimiento fue menor", en un millón de hectáreas.
El trabajo de la REM destaca que el capín se lo encuentra en poco más de 8 millones de hectáreas y, en los últimos dos años, tuvo una expansión en 3,7 millones de hectáreas.
En tanto, el sorgo de alepo cubre ya 6,5 millones de hectáreas, con un crecimiento de 1,5 millones de hectáreas. A su vez, el raigrás alcanza cuatro millones de hectáreas, de las cuales la mitad fueron ocupadas desde 2017 hasta la fecha.
Por primera vez se verifica una expansión de los nabos resistentes a glifosato (Brasica rapa e Hirschfeldia incada) que cubren un millón de hectáreas y que aparecen por primera vez en la medición de la REM.
Por zonas
El informe, a su vez, releva la distribución zonal de las malezas tolerantes y resistentes en la superficie agrícola del país. Los datos coinciden con el volumen de producción de las principales provincias.
Así, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe concentran el 75% de la superficie con yuyo colorado, lo que comprende unos 16 millones de hectáreas. Un registro similar tiene la distribución de pata de gallina. El capín toma relevancia la provincia de Entre Ríos que concentra el 20% de la maleza.
"Para sorgo de alepo, Córdoba concentra casi el 50% de la superficie afectada", dice el informe de la REM. Santa Fe, a su vez, está en el segundo lugar, con el 22 por ciento.
Buenos Aires es la que tiene la mayor superficie con raigrás, con el 70% y la siguen Entre Ríos y Santa Fe, con 15 por ciento cada una. También Buenos Aires concentra "la totalidad de los nabos resistentes".
Según el REM, "para chlorideas la situación es diferente, donde Córdoba y Santa Fe presentan la mayor parte de la superficie afectada, pero también es significativa en las provincias del NEA y del NOA".
El trabajo destaca que "más allá de las zonas donde ya se veía una fuerte presencia de determinadas malezas hace dos años, se puede identificar zonas de fuerte crecimiento de yuyo colorado, pero también de raigrás, pata de gallina y chlorideas".
El sorgo de alepo tuvo su mayor expansión en Córdoba y Santa Fe. "En capín la situación es diferente y creció marcadamente en Buenos Aires, pero también en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos", dice el informe. Respecto de los datos, la REM concluye que no hacen más que "confirmar que las malezas resistentes y tolerantes ya son parte de nuestros sistemas productivos extensivos, que debemos aprender a convivir y hacer todos los esfuerzos posibles, a través de un manejo racional para retrasar la aparición de nuevas resistencias".
Rotación de cultivos, cultivos de servicio y uso correcto de los modos de acción de las aplicaciones son algunas de las estrategias que los especialistas recomiendan para que se demore el surgimiento de nuevas resistencias.
Esta expansión de las malezas resistentes y tolerantes en los últimos años representó un incremento de los costos de producción tras el uso del glifosato como principal herbicida.